– Eres un completo idiota – me interrumpió Yoongi por segunda vez mientras yo daba mi explicación acerca del porqué teníamos a Cher Horowitz en nuestra casa.
– Dije que aceptaba ese hecho, pero nunca creí que ella fuera descubrirme solo por identificar mi ropa – dije fastidiado. Esta situación me tenía ridículamente cansando y escuchar el grito de Hoseok provenir de la casa no había ocasionado que mi estrés aumentara.
Yoongi se tocó el puente de la nariz tratando de calmarse y pensar con claridad. Si ella se quedaba, esta casa se saldría por la ventana y dudaba que esto no fuera literalmente. En primer lugar en casa residíamos seis hombres: Jung Hoseok quien era un adicto al baile, cabe mencionar que la danza es su pasión por lo que se la pasa todos los benditos días danzando como si fuera el protagonista de algún musical, algo que no estaba muy lejos de ser. El segundo compañero de habitación era Jeon Jungkook, que ahora no radicaba ningún problema ya que tenía la pierna rota, poner a Jungkook de excusa estaba fuera de discusión. Min Yoongi que se la pasaba en bóxers los siete días de la semana, las veinticuatro horas al día, los trecientos sesenta y cinco días del año, y eso era algo con la que una chica no debía de convivir. Kim Namjoon realmente no era un problema, se la pasaba dando mil y un discursos sobre como salvar al planeta, a los animales y sobre como detener el calentamiento global, en pocas palabras, esta era una casa de locos, en el cual no necesitábamos a alguien más en el.
Retomando el punto de discusión, la pequeña choza en la que vivíamos, era nuestra fortaleza, una fortaleza de hombres, donde solo vivían hombres y donde solo se aceptaban hombres, éramos como el "Club de Machos Antimujeres" donde nuestro Spanky era Min Yoongi. Aunque esa referencia no fuera tan literal, pero cuidar de la pequeña niña rica, solo nos metería en problemas.
– ¿Como pudiste hacer algo tan tonto como un trato con ella? Las niñas ricas son comida, no amigas. – Rodé los ojos ante tal referencia que Yoongi había hecho. Aceptaba mi responsabilidad, aceptaba que no fue lo más sensato, pero si la opción más requerida en ese momento.
Rodé los ojos ante tal referencia que Yoongi había hecho. Aceptaba mi responsabilidad, aceptaba que no fue lo más sensato, pero si la opción más requerida en ese momento.
—Sólo serán unos días Hyung — dije con insistencia. Yoongi suspiro sonoramente para después asentir.
—Sólo unos días y se irá, no es como si fuéramos a estar muy cómodos con su presencia, así que encuentra a su padre mientras vas por comida al súper —. Yoongi dio dos palmaditas consecutivas en mi hombro para después entrar a la casa.
Ahora era oficialmente la persona de los mandados de Min Yoongi, ante la pierna rota de Jungkook, yo como segundo menor tenía que suplantarlo. Era simplemente fantástico.
....
Llegué a la casa con cuatro bolsas de compras en ambas manos, como pude toqué la puerta esperando a que ésta se abriera, escuchando las risas provenientes del interior y antes de poder cuestionarme acerca de ello, la puerta se abrió con la sonrisa divertida de Namjoon con sus provenientes hoyuelos saliendo a relucir en su rostro. Omití preguntar acerca de ello al obtener mi respuesta en la pequeña mesa de lo que se suponía que era nuestra sala.
Yoongi estaba junto a la chica problemas -que aún no sabía su nombre -, ambos estaban jugando uno en la mesa, mientras que un divertido Seokjin actuaba de mediador ante el juego tan intenso que se estaba desarrollando.
Me encamine hacía la cocina y Namjoon tomo asiento nuevamente en uno de los sillones mientras bebía jugo de naranja expectante al juego de ambos chicos en la mesa.
Recordé las palabras que Yoongi el spanky del club de machos anti mujeres, había dicho, y en estos instantes esas palabras al parecer se las había llevado el viento, viendo como en cuestión de horas en las que me fui al súper y regrese, todos parecían tan interesados en el nuevo espécimen frente a ellos y al parecer Hoseok había superado su fobia irracional hacia los gatos al verlo sostener a la bola de pelos.
— Es un tazón de miel — se excusó apretujando al gato en sus brazos. Yo rodé los ojos fastidiado. Esto iba a ser más difícil de sobrellevar de lo que había creído.
Puse las bolsas en la encimera de la cocina y me dedique a sacar los productos uno por uno, hasta que escuche el rechinido de la puerta siendo abierta.
– No dormiré en un sofá –. Y yo no quisiera tenerte aquí, pero las cosas no siempre salen como deseamos.
– Tendrás qué, porque si no te has dado cuenta tenemos un chico con la pierna rota que esta.. – esperen. Salí de la cocina con Cher siguiéndome detrás, camine hasta donde estaban mis hyung´s sentados y les hice la pregunta que acababa de cuestionarme.
– Hyung´s, ¿porque no han sacado a Jungkook de su habitación? –
– Porque tiene la pierna rota – contestó Namjoon como si fuera la respuesta más obvia del mundo.
– Si, tiene la pierna rota, no esta infestado por un virus mortal – dije exasperado. Algunas veces parecía que yo fuera el mayor de todos y no ellos.
– ¿No han sacado a Jungkook de su habitación desde que llegaron del hospital? – Ante la pregunta de Seokjin los tres mayores quedaron en absoluto silencio, no habían sacado a Jungkook de la habitación, nadie lo había ayudado a realizar sus necesidades y sabe dios porqué Jungkook no había dado señales de vida.
Toda esta situación iba a volverme loco y todo había sido culpa de Jungkook, él era el desencadenante de toda esta caótica situación.
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Editado: 15.04.2021