Brandon
Después de que Abigail se enfadase conmigo, sigo sin saber para que tanto drama, no fue nada malo.
Comenzaba a estar bien y sentirme así nunca fue fácil.
Con ella me siento parte de algo distinto, aún tengo que descubrir si es bueno o no. Algo raro al verla aparece en mi y no me permite actuar como yo quiero, hasta las ideas de seductor desaparecen.
— ¿Vengo en buen momento?
Alex aparece asomando la cabeza por la puerta, con las manos en los bolsillos y la camisa desordenada.
— Tu tienes que darte cuenta de eso — le miro de arriba hacia abajo y sigo tendido mirando al techo.
— ¿Por que me pides saber que te sucede, si tu nunca lo hiciste conmigo? — despliega una silla que había en el pasillo al lado mío, el olor de su peculiar perfume invaden mi nariz.
— Sabía que algo te preocupaba, pero no sabía cómo reaccionaria si te lo dijese.
— Por que piensas tanto al actuar, tu mismo me decías que lo mejor del día es lo que sale sin planear o pensar — Desliza su mano por su pierna y saca una foto del bolsillo.
— ¿Quieres decirme que dé el paso con Abigail?
— ¡Por que! Estábamos hablando de mis sentimientos, los dos sabemos que lo que tu sientes por Abigail no es amor de verdad...es un puro capricho del niño que se cree seductor... — aprieta su mano, tira la silla hacía atrás tirando la foto.
Alzó mi mano para ver la foto, ahí aparecía el, besando en la mejilla a una chica parecida a Abigail, pero con el color de pelo diferente. Hay luces a su alrededor y en el cartel de la fiesta pone una fecha cual no alcanzó a ver.
¿Quien es ella? Debería preocuparme algo por el, voy a buscarlo.
Sonrió amablemente a las personas que están a mi alrededor, ni siquiera conozco a la mitad, supongo que algunos habrán colado a sus amigos o familiares a más personas.
Saludo a varios amigos hasta encontrarme con Harry.
— ¿Habéis visto a Alex?
Su cuello estaba dañado con rasguños de uñas, y una mordida en el lateral. Seguramente habrá pasado una noche loca con su gato. El es uno de los más populares de clases.
— No — responde rápido para después pegarle un sorbo a la pajita negra de su vaso.
Doy una vuelta completa en mi entorno para visualizar toda la habitación. Me acerco hacía la esquina al escuchar tantos murmuyos.
— Abigail esta en el balcón — me dice Harry después de tocarme el hombro.
Me habría espacio entre la multitud hasta llegar al balcón, que estaba al lado de la cocina, su puerta acristalada me dejaba ver todo lo que sucedía afuera.
Limpio el cristal con mi aliento y lo froto durante unos segundos, con las manos puestas a los laterales de mi cabeza.
Lo único que podía ver era la oscuridad de la noche y las bonitas estrellas que lucían hoy en el cielo.
Suerte que está noche la luna desprende mucha luz, y todo es visible con un colorcito blanco roto casi inexistente.
El viento azotó mi rostro al salir, dentro de la casa estaba puesta la calefacción y se nota el cambio de temperatura fuera, por eso molesta.
En la esquina del balcón hay una mesa con una pequeña planta de plástico para decorar, una silla blanca de hierro justo al lado, y una enredadera casi sin flores por toda la baranda de piedra.
Mis ojos se paralizaron al ver que...
— ¡Alex! — me acerco hacía ellos bruscamente.
¡Esta besando a Abigail!
Alex levanta las manos separándose poco a poco de Abi, como si quiera demostrar que no le estaba tocando. Su ropa desordenada al igual que su pelo le delataban.
— ¿Como te has atrevido a traicionarme?
Rueda sus ojos.
— ¿Quien traicionó a quien?
— Se acerca a mi con las manos en los bolsillos — recuerda aquel día en el que tu grupo de amigos me pegaron una paliza en los pasillos...tu eras uno de ellos. Antes de acerté mi amigo prometiste que siempre tendrias en cuenta mis sentimientos y pensamientos, que podría sentirme libre de expresarme contigo ¿y lo has cumplido? No, por eso lo único que puedo hacer es actuar.
Miro por unos instantes a Abigail, su cara de preocupación seguramente por lo que le pueda pasar a Alex.
— Sabes, sólo fui tu amigo por obligación. El director me dijo que me subiría un punto más en cada materia si me relacionaba contigo...todos te tiene lástima, y Abigail es una de ellas.
— Te das cuenta de que toda tu vida es una falsedad, intentas hacernos creer que estas enamorado, pero siento decirte que no.
Abigail jalaba de su brazo, intentaba separarnos. Nunca había visto a Alex tan decidido, echando cara a los problemas.
Siempre creí que era un pobre chico sin personalidad y no, es todo lo contrario, era tan neutro.
Mis manos llegan a su cuello, cogiendolo con fuerza. Arrastro mi mano hacía su cara y la golpeó con fuerza, empuja mi pecho echándome hacia atrás un paso. Cojemos impulsó a la vez, comenzamos a golpearlo en diferentes zonas del cuerpo.
Nuestra respiración es agitada, percibo sus arañazos en mi espalda y los magullazos en la cara.
— ¡sois niños! — la voz de Abigail se escucha detrás de mi.
El flash de las cámaras y los vídeos, el murmullo de la gente que no me dejaba escuchar lo que susurraba Alex.
Sus labios ensangrentados y sus ojos llorosos, me hacen recordar aquel día. Sus manos temblorosas tocan mi rostro para golpearlo.
Forcejeamos durante varios minutos hasta que la policía apareció.
Creí salir victorioso pero no es así, nunca llegue a pegar a nadie y no es algo de los que me pueda estar orgulloso.
Aprieto los dientes de rabia, mi cuerpo comienza a sentir la necesidad de seguir con esto, siento que todavía no terminó.
— Nunca pensé que el niñito saldría a la luz — Abigail me mira por encima del hombro.
— Te odio.
No aguanta más el llanto y es lo que hace que me paré a pensar lo que acaba de pasar.
Ahora me doy cuenta de lo egoísta que he sido con el todo este tiempo, pero no quiero decir que no se arrepentirá.