Rouses
Los golpes de realidad son muy fuertes. Para mí estos golpes de realidad me dejaban en la lona. En la vida de Rouses Alessandretti no había tiempo para jugar a la casita, no si no querías que todo alrededor se desmoronara. Ser Rouses Alessandretti significaba perfección, algo de lo que yo no contaba.
Verme el espejo mientras las lágrimas caían por mis mejillas me hacían querer correr a casa en Londres y encerarme en mi habitación. Kate, Brad y Beyno solo me daban pañuelos. Yo los tomaba y los usaba y luego me daban más. Cuando deje de llorar abrí la caja que había dejado al final de todo. El cofre guardaba las cosas con las que había salido del hospital.
Al hacerlo saco el collar que estaba en la foto y luego los anillos. Me siento en la cama y los miro.
—Alessio me los regalo —Digo —Son bonitos ¿Creen que deberías usarlos?
—Si los usas sabrán que recordaste —Asiento —Guárdalos
—Mi anillo de compromiso se calló en el atentado —Clero la caja guardando el collar
—Deberías descansar, querida has estado desbaratándote un buen rato
—¿Estaban ya regreso? —Se miran —¿Qué pasa?
—Cronos lo trajo herido ayer
Me pongo de pie limpiándome las lágrimas
—¿Dónde esta?
Voy hasta su habitación. Lo encuentro recostada, vendado el cuerpo. Cronos esta ahí con Elijah quien lo esta curando.
Al verme trata de sonrie pero no puede.
—¿Qué paso? —Pregunto
—Debía investigar algunas cosas y los hombres de Emiliano me emboscaron. Saben que estás aquí, esperan que Nicolás y Cronos se vayan para atacar.
—¿Esta bien?
—No tiene nada roto, golpes, estará bien —Dice Elijah
—¿Cómo te fue? —Me pregunta
Niego.
—Entiendo, te ves terrible —Sonrió
—No peor que tú
Me quedo dormida en la cama de Esteban. Cuando me despierto no haya nadie ni Estaban. Tenía un dolor punzante en la cabeza. Me levantó tambaleante y camino hasta salir. Pasa una mucama y le pido que me traiga mi medicamento.
Entre al salón, prendo la tele y comencé a cambiar de canal buscando algo bueno, estaba por rendirme cuando vi que estaba dando Dragon Ball; lo deje.
La mucama entra y le pido un paño de agua fría para mi cabeza, me lo trae y me lo pongo en la frente y me tome mi medicina. Sonrió por el contenido de la televisión. Mis ojos se cierran y me quedo dormida.
Abrí los ojos y mis dibujos ya no estaban, mire alrededor, el control había sido monopolizado por mis invitados, me incorpore lentamente hasta sentarme y mire a ambos lados.
—¿Qué se supone que es eso? —Pregunto
Nicolás, Cronos, Paulina y Alessio estaban ahí. Lo que me faltaba.
—Las noticias
—¿De ayer? —Pregunto incorporándome
—Son de hoy
—Mmmm…, se parecen a las de ayer —No sabía qué había dicho en las noticias de ayer. Ayer —Joder —Me topo la cabeza y me arrimo al sillón
—¿Te duele la cabeza? —Pregunta Alessio.
—Se cree que una de las implosiones que le pondrá el parlamento será contraer matrimonio. La princesa tiene veintiún años. El problema es que la princesa no recuerda nada ¿Cómo será capas de mantener una relación?
—En tan poco tiempo no creo que se vea factible ese requerimiento.
—No es lo que creamos esta obligada hacerlo, la corona se lo exige
La corona se lo exige.
La corona se lo exige
La corona se lo exige
Me topé la cabeza, el ruido de la televisión era doloroso, las voces, estire la mano haciendo explotar el artefacto, sacudí la cabeza.
—Rouses —Escucho que dicen
Cerré los ojos mientras un sin fin de imágenes invadieron mi mente. Una chica, y un chico, los ojos de la chica eran lilas. Su imagen, estaba en mi cabeza. Risas, muchas risas, y Alessio, aparecía en mi cabeza.
—Basta, basta, basta —Sacudí la cabeza
Me pongo de pie, pero me siento de nuevo.
—¿Esta bien? —Miro a mi alrededor
—Sí, solo, fue un… —Miro la televisión —Creo que rompí la televisión ¿Cómo hice eso?
—Bueno, tampoco lo sabemos —Miro a Cronos
El pitido en mi cabeza regresa y me tomo la cabeza. Dios es horrible, siento que me van a partir el cráneo por la mitad.
—¿Te gusta? —La miré
—Es mi amigo
—¿Solo tu amigo?
—Arabella, por favor, es mayor para mí, nunca me vería así
—Arabella —Me paro —Arabella, es la chica de los ojos violetas, es Arabella
Ellos me miran entre preocupados y sorprendidos. Una corriente me atraviesa por todo el cuerpo. La habitación da vueltas. El pitido inunda mis oidos.
—Rouses…
Editado: 06.12.2024