JADE.
- ¿Spencer? -Pregunto al mismo tiempo que le toco el hombro.
Se da la vuelta para mirarme.
- Si soy yo ¿Qué necesitas? -Al momento que lo vi lo primero que me cautivo fueron sus hermosos ojos verdes que no me quitaban la mirada de encima.
- Me contaron que haces cualquier tarea que te pidan a cambio de 200 dólares ¿Es verdad?
- Si... pero no entiendo que tarea necesitarías que te haga ya que por lo que se sos la mejor de la escuela, tenes 10 en todo. -Habla frunciendo la ceja.
- Es que no se trata de la escuela es otra clase de tarea, algo que yo no puedo hacer.
- ¿De que se trata?
Respiro ondo y me siento al lado suyo en su mesa sin pedir permiso.
No se si lo que vaya a pedirle estará bien, pero no me importa aun así lo voy a hacer.
- Necesito que seduzcas a mi ex amiga. -Lo suelto de una buena vez.
La risa de su amigo se hace presente y Spencer igual pero con menos gracia.
- ¿Que? -Pregunta con una sonrisa ladina.
- Necesito que la seduzcas, la enamores y la dejes de la peor manera que se te ocurra... quiero que sufra... y mucho.
- Sos vengativa.. no pensé que fueras de esas.
Ruedo los ojos.
- ¿Lo vas a hacer?
Come un pedazo de su medialuna antes de contestarme.
- No.
- ¿Que? ¿Por que no? Si lo haces te pago mil dólares ahora y mil dólares cuando termines.
Se atraganta con la medialuna y empieza a toser.
Toma un poco de agua y me mira fijamente.
- Acaso esto es una broma.
- Para nada, no me gustan las bromas. -Sujeto mi bolso y saco mi billetera.
Agarro los mil dólares y los pongo sobre la mesa.
Ambos miran los billetes.
- ¿Aceptas o no? -Pregunto de nuevo.
- Claro ¿Cuándo empiezo?
Sonrió complacida.
- Mañana mismo.
Me levanto del banco y salgo del comedor.
Así fue como conocí a Spencer Hay, así fue como todo comenzó.