Estamos cenando, en el camino compramos una pizza y una ensalada mixta.
-Leo, sobre lo de anoche, te pido disculpas. No quiero que pienses mal, yo no debería...- baja la mirada y entrelaza las manos.
-Isa ¿te arrepentiste? ¿o lo hice tan mal? Ya sé que no tengo punto de referencia pero para mi fue magnífico. Enseñame como hacerlo mejor para vos.
-No, yo también disfruté, no hablo de tu falta de experiencia. Leo yo soy la adulta, soy tu jefa, lo que pasó anoche podría verse como coaccionado, me aproveché del poder que poseo sobre vos y eso está mal.- hace una pausa en la que me mira, está evaluando mi reacción.- Leo, me gustó lo que hicimos, no te voy a negar que me atraes muchísimo pero vos tenes que experimentar con chicas de tu edad, en lo posible que no hayan vivido tanto como yo y sobretodo sin toda la carga que yo llevo. También sería bueno que no te ejerzan ninguna influencia como podría hacerlo yo por ser tu superior. ¿me entendes?
- No, no entiendo. Creo que ahora estas decidiendo por mi con quien debo relacionarme o no. ¿Con chicas de mí edad? Hablas como si fueras quince años mayor.- estoy indignado, no me esperaba esto.- Isabel los dos somos mayores de edad, no me forzaste a nada, vos misma dijiste que mi trabajo no está en riesgo, tampoco estábamos ebrios y eso de la carga no se que querés decir. Tenes un pasado, dos hijos y una vida ¿y eso que?
-Leonardo eso es justo lo que te estoy diciendo, en los cuatro años que te llevo yo ya pasé por un matrimonio fallido, la maternidad, me formé profesionalmente, fallé, remonté, conocí gente, me hice fama de fría y libertina. Leo, yo no puedo darte más que lo de anoche, no quiero que te ilusiones, no voy a jugar a ser novia, visitar tu familia y amigos, no voy a ser amorosa, ni a involucrarme emocionalmente, no puedo prometerte exclusividad, tampoco muestras de afecto en público como las de la rubia con la que almorzaste.- Quizás malinterpreto mi interacción con Lena, ignoraba que nos haya visto.- Para muchos mi forma de vivir está mal vista pero es lo que soy, es la manera que encontré para afrontar las consecuencias de mis malas decisiones del pasado.
-Espera, Lena es sólo mi amiga.- veo su confusión- la rubia del estacionamiento, se llama Lena, crecimos juntos. Seguramente la veías cuando ibas a la estancia con tus padres. Ella vive acá desde hace unas semanas y como no estabas decidí encontrarme con ella.
- Si, recuerdo que siempre estabas con un grupito pero no necesito que me aclares nada Leo. Lo único que te voy a pedir es que la próxima vez te lleves el dichoso teléfono y lo respondas, lograste preocuparme, no sabía que tenías conocidos acá y nadie sabía decirme donde estabas. Tuve que llamar a Nora y pedirle el número de tu mamá para conseguir el tuyo. ¿Si sabes que me va a preguntar cada detalle de tu huida?
-Ay, esto no me gusta, ya imagino el interrogatorio de mamá.- no puedo evitar reír.- volviendo al tema, me gustaría intentarlo Isa, quisiera que lo intentemos juntos.- me acerco sigilosamente sosteniendole la mirada.- Isabel, no te digo que sea una relación formal de contarlo a los cuatro vientos, aunque no me molestaría tampoco, pero podríamos ver que pasa, ir paso a paso y vamos tomando riesgos sobre la marcha.
-Leo, después de lo que viví con Daniel yo olvidé como se ama, es más creo que nunca experimente realmente el amor, tampoco sé cómo llevar una relación de pareja, no sé que es lo que esperas de esto, tras lo que padecí no me gustaría que alguien más sufra por mi causa. ¿Qué pasaría si me pedís más y no puedo darte eso? ¿Vas a conformarte con tan poco cuando los dos sabemos que podrías tener una relación normal y menos problemática? ¿Y qué si no funciona? ¿Vas a poder seguir viéndome a diario sólo como tu jefa?
- Con más razón, si el riesgo es mío yo lo tomo. Y no me voy a conformar con el recuerdo de anoche, quiero más momentos memorables por más que más adelante ya no funcione.- La abrazo y beso su frente.- Isa lo único que te pido es la verdad en todo momento y que hablemos de todo sin restrinciones.
-Supongo que puedo cumplir con eso y Mmm... quizás incluyamos unas clases extras.- Adhiere sus labios a los míos y sonríe sobre ellos.- sos muy buen alumno Leo.
-Me lo han dicho antes aunque en otras asignaturas.- los dos reímos.- Probemos, lo mantendremos entre nosotros, conozcamosnos mejor.
-Me parece bien.- le doy un beso y se aparta- Leo espera, todavía no les he llamado a los niños, voy a hacerlo ahora.
-¿Puedo saludarlos? Son mis amigos.
-Claro que sí, no han parado de hablar de vos y también me contaron de los comentarios de su padre. Perdón por eso, no tenía a quien recurrir.
-Ei, tranquila, no me importa lo que dijo. Todo lo que has vivido antes te hace quien sos hoy, a mi me encanta todo lo que sos.
-Ay Leo, sos un chamuyero, casi que lo creo.- me tira un beso y llama a los chicos quienes responden felices.
-Mamá hoy el tío Mati nos llevó al parque y jugamos al baseball.
-No se llama así Lauti, el tío dijo básquet.
- Es lo mismo. No hicimos ni un gol.
- No se llaman goles, son tantos.
-Basta de pelear, me alegra que hayan visto al tío y hayan jugado, si practican más les va a salir.
-¿Mami, la tía Gloria puede venir a nuestro cumpleaños?
-También vino la tía pero sólo un ratitito. Mami, ¿vas a llegar para celebrar tu cumple?
-Creo que no cielo, pero podríamos festejarlo junto al de ustedes.
-¿Leo vos podes decirle feliz cumple a mi mamá así no se olvida?
- Yo me encargo de que no se olvide.
- Bieeen.- los dos niños gritan y aplauden exaltados.
-Mi tía Gloria dice que hay que soplar una vela por año, ¿le vas a dar una torta con 22 velitas? Es el sábado, faltan dos días.
-Puede ser, pero ella está escuchando ¿No debería ser sorpresa?
-A mamá no le gustan las sorpresas.
-Cuando Rafael le trajo flores y una torta las tiró por el balcón y dijo que odiaba las sorpresas. Mejor que no sea sorpresa.