Segundas Oportunidades

Capítulo 3: Kerdyn

 

–¡No! Te estoy diciendo que yo tomaré este contrato personalmente. _Le recalco a Amanda, mi asistente personal.


Trabajo o más bien, soy dueño de una compañía que se llama “Asociación Ferreira". Nos dedicamos a la extracción y venta de piedras preciosas. Las comerciamos con empresas que las usan para fabricar diversas cosas o que las venden como joyería.


Hace tres días nos llegó una oferta de contrato de una empresa llamada “Beauty Gemstone" que se dedica a manufacturar productos de belleza e incluso algunos medicamentos a base de estas piedras. Esa empresa ha crecido tanto que el proveedor que tenían no les pudo seguir cumpliendo y ya lleva dos meses sin poder abastecerlos. La empresa se está quedando sin recursos para trabajar por lo que acudieron a mi compañía buscando que cerremos un trato. Pero eso no es nada fuera de lo normal, muchas empresas saben de nuestro prestigio y buscan comercializar con nosotros.


Normalmente mandaría a mi asistente o al gerente de mercadeo a cerrar el contrato, pero este caso es especial. Cuando Amanda me dio los datos de esa empresa y leí quién es la gerente general, sentí que no podía respirar por unos segundos.


Anna... Anna Dempsey, la chica que conocí en primer año de Universidad, con la que congenié tanto que rápidamente nos volvimos mejores amigos. Ella es la gerente general de esa empresa.


Éramos cinco amigos: Becca, Lilly, Rafael, Anna y yo. Todos éramos inseparables, pero entre Anna y yo había una amistad especial, podíamos entender al otro sin palabras, con sólo mirarnos sabíamos si estábamos bien o mal y nos divertiamos demasiado juntos, como si sólo existiéramos los dos. Rápidamente nuestros sentimientos cambiaron y nuestras amistad dio un paso hacia la atracción y luego al amor. Yo no quise aceptarlo, nuestra amistad era tan maravillosa que tenía miedo de que si intentábamos ir más allá y fallabamos nada volvería a ser como antes y la perdería, perdería a mi mejor amiga y confidente. ¡Qué idiota fui! De todas maneras la perdí.


En la fiesta de graduación de la universidad mi cabeza era un revoltijo, recuerdo como deseaba gritar a los cuatro vientos mis sentimientos por Anna, pero el miedo, el miedo puede ser tu peor enemigo. No nos damos cuenta que en la vida perdemos más por tener miedo que por intentar y ese fue mi error.


Quería intentarlo, decirle a Anna mis sentimientos, pero en el último momento me eché para atrás y terminé desnudo en mi auto con alguien que sólo significaba sexo para mi y en el momento que Anna me confesó sus sentimiento le dije a Anna que quería estar con la otra chica en lugar de ella. ¡Ahora ni siquiera me acuerdo de su nombre!


Recuerdo que me pareció escuchar como el corazón de Anna se rompía junto con el mío.


Anna se fue de la fiesta y ¡Dios! Moría por ir detrás de ella y decirle la verdad, que la amaba y luego tomarla en mis brazos y probar sus labios como había imaginado hacer tantas veces, pero la dejé ir y no la seguí.


Eso es de lo que más me arrepiento en la vida.


Después de esa noche no volví a ver ni a Anna ni a Rafa. A la mañana siguiente estaba tan arrepentido y con un dolor sordo en mi corazón que tardé horas en decidirme para ir a buscarla y resolver mi error, le diría la verdad y ella me perdonaría por lo de la noche anterior, luego empezaríamos nuestra relación, pero fue demasiado tarde, ella y Rafa se habían ido y ni los padres de Anna, ni Lilly o Becca pudieron decirme a donde.


Los llamé sin parar a ambos, les envié mensajes y correos, pero nunca obtuve respuesta.


En pocas semanas una de las solicitudes de trabajo que había enviado después de graduarme fue contestada y me mudé a San Francisco, California. Dejar Portland fue difícil y doloroso, postergué la mudanza un mes por si Anna regresaba o por si su familia tenía alguna información de ella y Rafa, pero no pude posponerlo más, perdería la oportunidad de trabajo si lo hacia, así que me mudé.


Por un año seguí en busca de Anna, llamaba a sus padres constantemente preguntándoles por alguna información y todo fue en vano, hasta hace tres días que leí su nombre en el contrato.


–Kerdyn, piensa con la cabeza fría. No hay necesidad de que vayas a esa reunión, suficiente tienes con todo el trabajo de mudarte. Es innecesario que vayas cuando yo puedo representarse sin ningún problema. _Odio cuando Amanda se pone terca y quiere llevarme la contraria, lo peor es que me habla en un tono chillón, como si fuera un bebé que no entiende nada. Cuando se pone así pienso que ya la habría despedido si no fuera en verdad eficiente y, ah si, también es la mejor amiga de mi prometida Wendolyn.


Es cierto que me voy a mudar en pocos días, de hecho parece casualidad que al lugar donde me tengo que ir a vivir sea Seattle, ya que justamente ahí es donde está la empresa donde trabaja Anna así que lógicamente ella debe de vivir en esa ciudad.


–Amanda, soy tu jefe, he dicho que voy a ir a esa reunión y lo haré. No hay nada más que decir así que retirarse y haz los preparativos para esa reunión que es dentro de una semana y hay mucho por hacer. _Exijo con mi voz más seria posible. Puede ser que ella sea la mejor amiga de Wendolyn, pero en el plano laboral mando yo y así se lo hago saber. Ella asiente tensamente  y se va a su oficina.




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