JongIn luchó para evitar caer de rodillas y apoyó sus manos a cada lado del mas pequeño, preguntándose si era posible morir por asfixia.
Nunca antes había reaccionado así al besar a un omega.
"Geudeul-i gasseo?" mumuró el mas pequeño de los dos, con su respiración también prolongada. ("¿Se han ido?")
JongIn tomó aire, inhaló profundamente, aún no tenía fuerza para abrir los ojos. Intentó escuchar atentamente cualquier ruido que provenga fuera de la puerta, pero algo más fuerte robó su atención.
No sabía su aquel sonido del corazón latiendo de manera rápida entre sus oídos eran suyos o del omega. Sólo sabía que era muy ruidoso.
Acarició con suavidad el cuello del omega y finalmente levantó la cabeza. Tragó saliva cuando los grandes y redondos ojos del pequeño volvieron a mirarle.
Como si se hubiese percatado del efecto involuntario sobre él, el omega parpadeó y bajó la mirada. Envolvió la chaqueta del mas alto alrededor de sí mismo de manera mas segura e hizo todo lo posible para adentrarse hacia el interior de la espaciosa habitación sin tropezarse y avergonzarse aún más frente al alfa.
Los ojos de JongIn siguieron cada uno de sus movimientos, su cuerpo se movió en la dirección a donde iba. Era como si el más pequeño hubiera salido de una de sus fantasías más surrealistas.
"¿Nugu saeyo?" ("¿Quién eres?") preguntó JongIn rápidamente, en una súplica para saber más sobre él. Aunque una parte de él sospechaba que el omega también era coreano y estaba muy complacido de que su presentimiento estaba en lo correcto.
El más pequeño se congeló. Descubrió que sólo unos metros eran los mas lejos que sus tambaleantes piernas podían llevarlo. Su respiración se volvió mas tranquila ahora que estaba separado del alfa.
El omega agarró el bolso con ambas manos, para usarlo como un ancla. Estaba temblando por las secuelas de todo. Sus labios aún ardían por posesividad de la boca del alfa en la suya, cuan cerca lo había sostenido contra su cuerpo, sus dedos se clavaron deliciosamente sobre sus caderas, presionando la parte baja de su espalda..
...Y voluntariamente había permitido que le hiciera todas esas cosas maravillosas y pecaminosas.
Dos veces..
En cinco minutos, o incluso menos..
Entonces quizá al menos debería decirle su nombre. Se dio la vuelta para mirarlo y la benevolente mirada del alfa volvió hacia él.
Un momento.. El alto alfa parecía familiar para él, ahora que podía mirarle sin que todos sus sentidos fuesen atacados por la cercanía.
¿Dónde lo había visto antes? ¿Ya se habían conocido antes pero no podía recordarlo?
"Mi nombre es KyungSoo", admitió suavemente.
"KyungSoo..", la voz de JongIn se apagó mientras parpadeaba al reconocerle "Eres.."
"Debo irme..", interrumpió el omega al borde de las lagrimas, dándose cuenta de lo colosal que era este error.
¿En qué estaba pensando escondiéndose en aquí? KyungSoo corrió hasta la puerta, pero el alfa lo agarró del brazo.
"¿A dónde?" protestó JongIn casi al borde de la desesperación. ¿Qué tan ridículo era que los guardias no hubieran visto a través de su artimaña como recién casados de sangre caliente? ¿Habían sido tan convincentes?.
KyungSoo se negó a mirarlo, mientras las lágrimas corrían por su rostro. "Te devolveré la chaqueta". Intentó liberar su brazo. "Ahora déjame ir"
Para JongIn la chaqueta era lo último que importaba, sujeto ambos de sus brazos para tratar de tranquilizar al omega. Demonios, su chaqueta era mas larga que que los boxers que llevaba y ahora que KyungSoo lo había abrochado, era como si no tuviera nada más, excepto..
Sacudió su cabeza para disipar la imagen distraída y prohibida de inmortalizar una de sus fantasías, mientras KyungSoo continuaba luchando contra él, pero ambos sabían que todo era en vano.
JongIn se encontró con los ojos desafiantes del más pequeño con mucha resolución en los suyos. "Dime de qué estás huyendo o de quién".
Su regordete labio inferior tembló. "¿Por qué debería confiar en ti?"
"Puedo ayudar", prometió JongIn de manera instantánea, sorprendiéndose incluso a sí mismo. ¿Así? ¿Sin duda de qué demonios era, se sintió completamente obligado a salvarlo?.
Luego resolvería sus verdaderas intenciones. Sólo por su nombre, KyungSoo acaba de complicar su vida en proporciones épicas y sin precedentes.
"¿Tú?" KyungSoo soltó una risa hueca, mientras dos lágrimas más bajaron por sus mejillas.
JongIn se puso de pie, ahora con una cabeza más alta que él. Por lo general, no le preocupaba cuando alguien socavaba su influencia, ni extendía ningún esfuerzo para explicarse. Sin embargo, actualmente estaba bien posicionado para tirar de algunas cuerdas poderosas y a menudo lo hacía forma anónima según fuera necesario.
¿Por qué, de todas las personas, opinión de este pequeño lastimaba su ego?
"Pruebame" JongIn desafió en un susurro.
KyungSoo se sorbió la nariz, secándose el resto de lagrimas con las manos, mientras miraba al abrumador alfa, evaluando su sinceridad, si la hubiera en sus ojos.
Ninguno se estremeció en ese tramo de un minuto.
El mas pequeño finalmente rompió el silencio. "Cásate conmigo"