Selene, una niñera en apuros

Capítulo: 5

Selene
Termino de arreglar mis maletas, ya me ha cogido un poco tarde, pero bueno, Adam no me dio un horario, no me gustó la idea de mudarme aunque bueno será más fácil así recopilar datos para que mi hermano robe en la casa, la idea es que nadie sospeche de mí y por esa razón estoy usando mi nombre de verdad, por esa y porque cuando miraba a Adam sentía que él podía leer mi alma y adivinar cuando mentía, sonrío al pensar en sus tres enanos y espero que se comporten porque no quiero tener que matar a ninguno de los tres, son gracioso, principalmente Aiden que me miraba como si mirase a un dios

— Te voy a extrañar— Digo abrazando a mi hermana

— y yo a ti hermana, por cierto, mañana tengo que

— Si ya sé, el dinero para el colegio, no te preocupes, pediré un adelanto a Adam y no dejaré de darte dinero, hermana, todo esto lo hago por ti— murmuro no muy lejos de la verdad

— Gracias, te amo

— Yo también te amo— nos separamos y salgo de la casa con lágrimas en los ojos, siempre odié las despedidas y más luego de ver a mi madre dejarme con mi padre e irse

— Te llevo?— Samuel está en la carretera, yo lo fulminó con la mirada

— Eres un desgraciado, tú le dijiste a Ulises en donde estaba

— Solo quería mejorar tu vida Selene

— mejorar? Ahora tengo que hacer cosas malas, dañar personas, crees que me gusta Samu? No, lo odio, pero Ulises me amenazó con hacer algo a mi hermana

— Lo siento, me lo vas a agradecer

— aléjate de ella—Digo señalando a mi casa— aléjate de mi hermana

— Es tarde para eso—Dice sonriendo, quisiera golpearlo, pero me abstengo de hacerlo cuando llega el taxi que he pedido

— No la metas en esta vida Samu

— Crees que tu hermana es como tú?— él acerca su rostro al mío — No confíes en nadie Selene, Lorena es ambiciosa, orgullosa y malagradecida, no confíes en ella— Lo ignoro y subo al taxi, imposible, mi hermana no es así, ella es buena.

Cuando entro a la casa del señor Adam él está sentado, al parecer esperándome

— llega tarde— Dice sin levantar la vista de su teléfono

— No me dio horario

— Sígame, le mostraré su habitación — se pone de pie, su mirada recorre mi cuerpo y luego camina hacia una gran escalera que está en medio del salón, él gira hacia la derecha

— Ves esta puerta? — chocó con él cuando se detiene de golpe, Adam se voltea y me mira— Estás bien?

— Sí, avise cuando se detenga— él solo sonríe

— esta es mi habitación — comenta y luego se gira hacia la puerta de enfrente— esta es la tuya— Yo miro sus ojos, ¿por qué poner mi habitación frente a la suya?

— Gracias

— Allí - señala la puerta que está al lado de su habitación — está la habitación de mis hijos

— duerme juntos?

— son inseparables, pero cuando un día compres algo para ellos, tienes que comprarles a los tres, no a uno solo porque aunque se aman, se ponen celosos— Yo miro al hombre que tengo frente a mí y una frase sale de mi boca sin querer

— Es usted un buen hombre— él se sorprende, yo recapacito— quise decir, un buen padre

— intento serlo

— que pasó con la madre de ellos?— Adam se tensa, yo niego con la mano—olvide lo que dije, soy una indiscreta

— Los abandono — responde cuando abro la puerta para entrar- bueno, nos abandonó, cuando dio a luz a los trillizos ella tenía 23 años y pensó que era demasiado joven para criar hijos, así que se fue

— Los dejo de bebé? — Me sorprende la maldad del ser humano

— Así es

— Lo siento — Digo tocando su brazo— mi madre también se fue cuando yo era pequeña, me dejo con mi papá, jamás he olvidado ese día cuando la vi alejarse mientras yo gritaba su nombre, ella jamás miró atrás- cuento sin saber por qué lo hago, a este hombre no le interesa mi vida

— Quizás no miro atrás para no arrepentirse

— Ya da igual, buena o mala, tuve una vida sin ella y no he vuelto ni quiero volver a verla, acomodo mis cosas y salgo— Digo entrando a la habitación

— Ok. Yo tengo que ir al restaurante, mis hijos están en sus manos, Selene— Yo asiento, él me da una última mirada de esas que te hacen temblar y luego se va, dios mío, ¡qué hombre!

Al salir de la habitación voy al patio, al parecer ya Adam se ha ido, sus hijos juegan con una pelota y Ainhoa juega peinando una muñeca, yo me acerco a ella y la mujer que parecía vigilarlos también se acerca a mi

— Podemos empezar desde cero?— Le pregunto a la niña que me sonríe como un demonio, yo trago en seco

— Nunca, me vas a pagar lo que hiciste a mis zapatos

— Ya dije lo siento

— no, no lo dijiste, pero no te molestes

— Hola— la mujer interrumpe la plática con la niña diabla y yo me pongo de pie— Soy Lauren, trabajo en la cocina

— Yo soy Selene, la niñera

— la pelirroja— Grita Aiden llegando hasta nosotras junto con el gruñón de su hermano

— Hola Aiden—el chico, bueno, los tres abren los ojos como platos

— Me reconoces?

— Por supuesto guapo

— Tienes un cabello muy bonito—comenta Ainhoa mirando mi cabello, me asombra su cumplido y sonrío

— Gracias

— Quieres tomar algo Selene? Hace bastante calor y si quieres puedes bañarte en la piscina — menciona Lauren, yo miro la enorme piscina y por supuesto que quiero meterme ahí

— Sí, por favor, un jugo está bien

— enseguida

— gracias — digo, miro a los muchos guardias que hay alrededor de la piscina, seguro para que cuiden que los niños no caigan a ella, yo sonrío y miro a los tres enanos

— Voy a bañarme, no hagan tonterías

— No te preocupes Selene — Dice Ainhoa con una sonrisa maliciosa, pero la ignoro y me cambio la ropa para luego meterme a la piscina, nado un poco, luego Lauren llega con el jugo, lo deja en una mesa, yo continuo nadando hasta que salgo y lo bebo y me acuesto en una de las sillas para coger un poco de sol, ¿quién dice que no estoy en el paraíso?
***
20 minutos después:
Ainhoa mueve un poco a Selene, luego sonríe satisfecha, la niñera ha quedado rendida con las pastillas que le echaron en el jugo

— Está viva?— Se preocupa Aiden y su hermana resopla

— Sí, ya te dije que esas pastillas Lauren las usa para dormir

— Segura de que no va a despertar? — Se interesa Adrien y Ainhoa pone los ojos en blanco

— Lauren toma una de esas cada noche y duerme toda la noche

— y cuantas echaste en el jugo?— pregunta Aiden con interés

— Mmm—la niña mira sus uñas pensativa — cinco o seis.

— No son muchas?— Dice Aiden preocupado por la pelirroja

— No, estará bien

— Me llamaron? — Grita la voz que tanto los irrita

— hola Abdul — dicen los chicos a la vez mirando al peluquero

— Llegas tarde— se queja la niña

— preciosa, no tengo un Jet como tu papá, ahora díganme, que quieren?

— Píntale el pelo— Ainhoa señala a una inconsciente Selene, Abdul se acerca y mueve a la chica

— está viva?

— Solo duerme, solo pintárselo y ya

— Pero y si

— Abdul, pagamos bien y si te niegas a un favor nuestro sabes que papá se enoja— recuerda Adrien poniendo mala cara, Abdul resopla

— Ok. Qué color prefieren chicos?— él mira el hermoso cabello de la pelirroja y suspira— Traigo amarillo, negro, azul, rosado...

— Aiden—Ainhoa pone una mano sobre el hombro de su hermano— Ya tu pelirroja no será tan pelirroja, Abdul, que sea de color....



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En el texto hay: niños, amor, diferenciadeedad

Editado: 25.12.2022

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