Selva De asfalto

1/ Introducción

Todos en la habitación guardaban silencio. Toda la familia estaba reunida y con ellos los dos licenciados que llevarían a cabo la lectura y el cumplimiento del testamento del viejo tío Jonh.

Una señora de unos 55 años, con el pelo corto hasta los hombros y con gestos muy cortantes y predominantes garraspeaba mostrando su incomodidad por no dar inicio a la lectura. Ella era una de las hermana menores de Jonh y la única que quedaba viva. Toda esa familia se había consumido en hacer dinero y cuando no tuvieron la ambición no jugó de su lado, sólo los más hábiles pudieron gozar de ello. Al lado de esta señora un señor de la misma edad el cuál era el esposo, con una barriga muy grande y en la mano una copa de vino, pues el tabaco y el vino parecían parte de él. Al otro lado de los asientos de la habitación, estaban los hijos de dicha pareja que oscilaban entre unos 30 y 35 años.

Todos estaban en un silencio e incomodidad profunda esperando a la oveja negra de la familia... Dayanne. Una joven de unos 20 con el cabello rubio y rizado, hasta los hombros. Con un par de ojos celestes, labios rojos, y la piel más blanca que la nieve.

Lo que hacía de Dayanne la oveja negra, era que no era igual de avara y ambiciosa como su familia. De repente Dayanne entró en la habitación, pidiendo disculpas por su retraso, y sus padres viéndola con un gesto despectivo.

-Bien...-Dijo uno de los licenciados.- ya que todos los miembros de la familia están presentes, procederemos a dar la lectura del testamento a nombre del señor Jonh Estivland. Quién por medio de este testamento y en pleno uso de sus facultades mentales, 1 año antes de su muerte escribió su testamento. Que dice: 
"Yo, Jonh Estivland, en pleno uso de mis facultades mentales y físicas, en presencia del licenciado Manuel Maderos Roldan, escribo este testamento conforme a mi voluntad y la repartición de mis bienes. Las cuentas de banco y bienes en materia efectiva, la casa de verano en Florida y los dos autos los dejo en potestad de mi hija Joham Estivland. La casa en Miami la dejo en potestad de mi hermana menor Mariam Estivland De Roberts. A mi sobrina Menor Dayanne Roberts Estivland le dejo la casa Homes, con la única condición que mi esposa Lucy de Estivland permanezca allí, conforme sea su voluntad, en usufructo vitalicio. La casa no puede ser vendida ni dada en prenda, sino hasta el fallecimiento de mi cónyuge. Todas estas condiciones serán cumplidas por el Licenciado Manuel Maderos Roldan y el Licenciado Roberto Cifuentes..."

-Posterior a la lectura del testamento cada cual tomará posesión de lo designado en este documento. En un par de semanas se harán los trámites legales de todas las propiedades.

La familia ni siquiera por educación o cortesía se saludaron, era algo un poco increíble. Pero este era un claro ejemplo de la frivolidad de las familias adineradas y avariciosas.

1 mes después:

Homes no era un lecho de rosas precisamente.  De hecho era un barrio peligroso, la mata de extorsionistas y ladrones de baja estirpe; traficantes de droga y jefes de pandillas; y gente muy pobre. ¿Pero porque Jonh Estivland siendo rico compraría una casa en dicho lugar para vivir allí? Eran detalles que empezaban a rondar la cabeza de Dayanne. Ella iba a lo que sería su nuevo hogar, no tuvo necesidad de trasladarse con una mudanza ya que sus cosas apenas cabían en una caja.  dentro de una patrulla... ¿Porque una patrulla? Simple! El ahora ex novio de Dayanne es policía. Siguen siendo amigos; pero las cosas de esa manera no son tan favorables.

—Asi que Homes...— dijo el ex de Dayanne. El cuál vestía el uniforme café de policía y su placa al pecho. Era un muchacho de cabello castaño y ojos color avellana. Y un rostro muy serio.—

—Si! Creeme Joseph, yo no quería ser parte de este lugar. Pero me he quedado son trabajo y mientras me estabilice estaré aquí.

—Y que hay de tu tía?

—Pobre señora! Parece enferma, la última vez que la vi tenía los ojos hinchados de tantos medicamentos.

— Y que hay de ti?— dijo frenando el auto frente a la puerta roja de un pasadizo que por dentro era un callejón el cuál daba a la casa prometida.

—No entiendo!

—Es decir... Que hay de nosotros?

—Joseph... Creí que habíamos dejado muy claras las cosas entre los dos. Mirame ahora! Soy un desastre! No tengo un empleo... Tengo que cuidar de mi tía... No soy la mejor opción para ti.

—Deja de esconderte tras los problemas! Tu eres lo mejor que me ha ocurrido —  dice tomándola de las manos.

—Lo siento Joseph... Pero tu eres un buen hombre. No me mereces. —

—Dayanne yo te...— dijo mientras era interrumpido por el dedo índice de Dayanne sobre sus labios. Ella solía hacer eso con ternura cuando eran novios para darse un tierno beso, sin embargo esta vez no sería así.

—Yo también te amo Joseph... Por eso es que te estoy separando de mi. — dijo mientras le dio un tierno beso en la mejilla — podemos ser buenos amigos, como al principio. Por el momento debo irme.

—Pero...

—No digas nada! Es lo mejor. Hablamos luego —Dayanne se bajo del auto tomando sus dos bolsas de ropa y su caja de enceres personales. La patrulla arrancó y empezó su marcha.



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En el texto hay: detective, terror y suspenso, deep web

Editado: 28.12.2019

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