Semi-Diosa

CAPITULO 17

 Narra Julia:

Estaba caminando por el bosque, pensando en todo lo que había pasado en el hospital, es increíble como esa cosa me hace perder el control de mí, pero lo extraño es que esa cosa no tolera a mi padre y sólo hace lo que dicta mi hermano Alex, me sigo preguntando porque si Sebastian también es mi hermano, el también debería tener ese poder sobre mi.

-Porque Sebastian es como nuestro padre, aunque nos ame, Seth le lleno la cabeza de patrañas- dijo una voz, la cual inmediatamente voltee buscando, no hay nadie a mi alrededor, creo que ya estoy loca- No estas loca, yo estoy aquí, sólo que no me puedes ver pero si escuchar, además, soy Laura, tu demonio interior- eso si que me asustó, tener un demonio en mi cabeza es extraño.

-Si es verdad que estas en mi cabeza, ¿sabes todo lo que estoy pensando?- le pregunté algo confusa y un poco asustada por escuchar a alguien mas en mi cabeza.

-Por supuesto que sé lo que estas pensando- me dijo algo ofendida- y no quiero que me vuelvas a decir cosa, tengo sentimientos- está vez habló con la voz algo quebrada- Lo bueno es que esos sentimientos son sólo para Jayden, está como quiere, y antes de que se me olvide, no te acerques a el durante una semana, ya viene la época de celo y el no se podrá controlar.

Antes de que yo pudiera contestar un movimiento me saco de mis pensamientos, voltee hacia donde venia y me encontré con un chico de ojos amarillos que venía hacia mi con una daga, me había asustado ya que el no me a visto la cara. Cuando levantó la vista, no se porque, pero sus ojos se cristalizaron, se veía raro... ese chico no me caía nada bien, olía raro.

-Princesa Sol- no se lo que pasó en ese momento, sólo se que mi ceño estaba fruncido y sentí un piquete de algo en mi cuello- Lo siento, mi Sol, pero tu padre estará muy feliz de verte de nuevo.

Sentí mis párpados y cuerpo pesados, y sólo me deje llevar por la inconsciencia, pero antes de cerrar los ojos, vi la figura de un lobo negro que venía hacia mi, pero una luz amarilla o dorada, no lo recuerdo bien, me cegó y ya no supe más de mi ni del enorme lobo negro que corría hacia mi.

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Me desperté algo aturdida, había tenido el sueño más raro de mi vida, aunque recuerdo haber salido del hospital y dirigirme al bosque, lo que no recuerdo es haber llegado a mi casa....

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que está no es mi habitación, ni la de Jayden, entonces eso quiere decir que no fue un sueño y que lo que pasó en el bosque es real. Mis ojos se cristalizan al darme cuenta de que estoy lejos de Jay, y que posiblemente no lo vuelva a ver por un tiempo. Me asuste al saber que había sido secuestrada, alguien me había llevado a un lugar desconocido para mi.

-Veo que ya está despierta, princesa- dijo una señora de unos 40 años o algo así- Su padre estará feliz de saber que usted está viva.

-¿Mi padre?- mi voz sale lastimera de mis labios- Mi padre es un desgraciado que no le importa en lo más mínimo si vivo o muero, el sólo quiere mis poderes- la señora me ve con cara de no entender y eso me confunde- La persona que me trajo no durará mucho para devolverme, yo quiero estar con mi mate, no quiero estar aquí- ella me dio una mirada de lastima y eso fue lo que más me confundió.

-Princesa, su mate ya encontró a otra persona- mi corazón comenzó a latir muy fuerte, eso no era posible, mis lágrimas salieron y mi llanto no se hizo esperar- Lo siento, niña Sol- y ahí me di cuenta de que me están confundiendo con alguien más pero como siempre, soy interrumpida antes de hablar.

El mismo chico que había visto en el bosque entró a la habitación y se quedo observándome, yo sólo sentía que Laura quería matarlo por alejarnos de mi amado Jayden, me costaba controlarla, aunque sólo tenía unas horas de conocerla, ya se como controlarla. Yo misma sentía lo mismo que ella, pero teníamos que mantener la calma y controlarnos, debíamos comportarnos a la altura de la situación y no actuar si no es necesario.

-¿Que haces tu aquí?- le pregunte fría, quería lanzarme hacia el y dejarle saber que lo quería muerto, sabia que la que sentía y quería eso no era yo sino Laura- Vete, vete antes de que no quede nada de ti en este momento- le dije lo mas calmada que podía- ¡QUE TE VAYAS!

-Sol, no puedes hacerme daño, tu no tienes ese poder aunque seas una princesa y lo sabes, la única que tiene ese poder es tu prima, pero ella tampoco lo sabe- el muy imbécil no sabe con quien esta tratando ¿o qué?- Además no me puedes pedir que me vaya ya que sigo siendo tu guardian personal- sigue siendo idiota, esta mas ciego de lo normal - Por cierto, tu padre esta aquí y te quiere ver, esta que no se la cree.

Estoy que lo mato, si esta gente trabaja para mi padre estoy perdida ya que no me dejaran ir de aquí, por lo menos no viva. No me queda de otra que hacer lo que dicen, lo extraño que tiene esta gente es que están vestidos de colores amarillos y dorado o solo son ellos dos ya que no he visto a nadie mas. Me parece extraño que mi padre cayera tan bajo al mandarme secuestrar a base de tranquilizantes, no lo conozco tan bien como mis hermanos, pero se que el es mas de los hombres que te llevan aun estando consciente y con amenazas.



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En el texto hay: vampiros, hombreslobos, dioses

Editado: 07.01.2020

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