Capitulo 34: Tomam

Tan pronto Tiamat atravesó las llamas de la chimenea pudo notar un ambiente lúgubre en el lugar, preocupada de que hubiese ocurrido nuevamente un ataque corrió afuera solo para encontrarse a todos los residentes tomando asiento en las bancas y sofás a la entrada de la oficina, estos  al verla tan nerviosa se preocuparon y le preguntaron si todo estaba en orden, ella respondió que si e inmediatamente cuestiono si era lo contrario o porque se encontraban todos afuera, su respuesta le alerto sobre algo grave.

—Sigurd y Gen nos dijeron que teníamos que ir  a la academia practica de rebelión, no entendemos muy bien a que se refieren pero aquí estamos, solo vino, escribió una carta, la envió y desapareció de nuevo pidiendo que le esperásemos aquí ¿Tú no sabes en serio que está ocurriendo? — Respondió el joven de nombre Harry, Tiamat no pudo hacer más que encaminarse a los corredores con una disculpa y tratando de caminar lo más serena posible para no alertarlos hasta perderse de vista y comenzar a correr desesperada

Abrió varias puertas y trato de llamarlos en cada sala sin éxito, se detuvo por un instante paralizada en uno de los corredores tan grande como un segundo vestíbulo mirando en todas direcciones hacías los atajos que podía tomar los cuales eran seis, empezó a respirar pesadamente preocupada de lo que podía ocurrir cuando alguien le tomo del hombro haciéndola gritar y alejarse, se trataba de Allerick.

—Por todos los dioses ¿Qué te pasa? Casi me matas de un susto — Se tuvo que apoyar en el barandal que protegía de no caer a la planta de abajo mientras se llevaba la mano derecha al pecho sintiendo las palpitaciones a través de la pie

—Lo lamento, es que escuche tus gritos y pensé que algo malo había ocurrido

— ¿Sabes dónde están Sigurd y Gen?

—Si claro, afuera caminando en el bosque ¿Ocurre algo?

—No lo sé dime tu porque están actuando los Guardianes de forma tan extraña, estaba practicando con la Guardiana Ereskigal cuando recibió una carta muy extraña y me pidió que me retirara, se veía reocupada y ahora vengo y me encuentro con que Sigurd envió una carta a alguien y mando a llamar a todos los residentes para enviarlos fuera del Santuario y sé que no puedes saber mucho pero también sé que eres lo suficientemente observador como para saber que los residentes no salimos del Santuario más que bajo emergencia, nuestras citas y sesiones exteriores siempre son notificadas con varios días previos, no de la nada

Su rostro también palideció.

—Sera mejor que vayamos con ellos

—Excelente idea — Ambos corrieron en dirección a la puerta y Tiamat tuvo que detenerle cuando estuvieron cerca de los residentes, no podía darle más problemas a Sigurd preocupando más a los jóvenes

Cuando los residentes les vieron comenzaron a hacerles preguntas pero ambos respondieron que no sabían nada y que tratarían de ver que podían hacer pero que no se preocupasen. Sigurd y Génesis caminaban entre los árboles, este primero mostró una muy notable mirada de desagrado al verles juntos e inmediatamente tomo del brazo a la joven alejándola y llevándole a la distancia prudente esperando no ser escuchados.

—Antes de que digas algo, sí, me encontré con el pero en primer lugar esto es tu culpa, si tan solo no acostumbraras a enviar cartas misteriosas a la Guardiana y después desaparecer de las paredes del Santuario creando una muy misteriosa expedición en complicidad con tu hija

—Espera ¿Cómo es eso de que te enviaste cartas con la Guardiana? — Y Tiamat comprendió, aquel día de la discusión de la sala de las siete espadas aun no era tratada a cerrar, sobre todo por el triángulo amoroso que vivieron y que aún se repetía porque incluso ella podía percatarse que Sigurd era una persona muy importante en la vida de la Guardiana Ereskigal a pesar de esta encontrarse casada y con una hija en común — ¿A qué te refieres Ti? ¿Qué le envió papá a la Guardiana?

—Nada grave y creí que esto ya había quedado claro

—No, no cuando mantienes el misterio con ella, no cuando existe la probabilidad de que ella este viva y tú te mandas cartas con la Guardiana en secreto — Tiamat pudo notar la incomodidad en el rostro de Allerick por lo que se vio forzado a intervenir

—Oigan, realmente no quiero parecer grosero pero en este momento y antes que cualquier cosa es preservar la seguridad y lamento decirles que sé que nuestro querido dios esta haciendo algo y nos lo están ocultando — Tiamat dirigió su mirada a sus manos y entonces se percató del guante de cuero que portaba en la mano afectada y sin poder evitarlo corrió a su lado y tomo su mano retirando la tela, la situación estaba empeorando e ignorando la mirada de Sigurd hablo con el hombre

— ¿Duele? ¿Necesitas algo? — El joven negó sin apartar la mirada de sus ojos, ambos desearon volver a ser aquellos niños inocentes que solo esperaban a que llegase la noche para poder encontrarse en el bosque y jugar, con pesadez la joven desvió su mirada para afrontar a Sigurd — Sabes el daño que esto me hace a mi ¿Qué está ocurriendo? Tenemos que darnos prisa

Y fue cuando ella comprendió en peso de sus palabras, estaban retrasados por culpa de ella, Allerick estaba sufriendo por culpa de ella, había estado tan inmersa en sus propios problemas que solo retrasaba todo.

—Yo… lo siento tanto

—No tiene por qué disculparte, solo tú sabes que es lo que estas sintiendo y pasar por la muerte de un ser amado no es fácil y menos con la resurrección de tu padre — La comisura de sus labios se elevó ligeramente y ella no pudo evitar responderle de la misma manera

Génesis pudo percatarse de la conexión de la que su padre había estado quejándose anteriormente y de la cual le preocupaba tanto que hacía que perdiera el sueño por lo que sintiéndose como la peor amiga del mundo tuvo que interrumpirles con un carraspeopara romper su burbuja de intimidad y sintió un dolor muy fuerte en su pecho al ver la incomodidad y triteza en su amiga.