Capítulo 40: Un libro abierto es un cerebro que habla

Sus costillas se golpearon contra una roca haciéndole soltar un gemido de dolor, el aire gélido le hicieron levantar la mirada para encontrarse con Allerick sosteniéndose con una mano de la roca y con la otra a ella, podía notar en su rostro el esfuerzo que estaba haciendo por lo que ella no dudo en buscar una roca donde apoyarse con su otra mano retirando un poco del peso a su amigo, intento mirar a su alrededor en vano pues cada que lo intentaba se mareaba.

—Acabo de descubrir algo

— ¿Para ayudarnos a salir de aquí? — Tiamat pudo notar una roca sobresaliendo como una cueva a pocos metros debajo de ella pero no pudo calcular cuando obligándose a mirar nuevamente al frente para no desmayarse

—Sí, debajo de mi  ¿Puedes verlo? Una cueva — Al no escuchar respuesta se preocupó pero no se atrevió a levantar la vista — ¿Sigues ahí? ¡Allerick maldita sea! Respóndeme por favor

—Ti, creo que debes ver esto — Apretó por ojos unos instantes para tomar valor, se aferró a la roca y levanto la vista encontrándose con una escena preocupante, en el cielo se encontraba lo que parecía una grieta color purpura, casi negra emitiendo destellos dorados, no pequeña para pasar desapercibida pero lo suficientemente grande como para llamar la atención en el pueblo más cercano — Dime que es algo que pueden controlar

—Eso espero, será mejor que primero tengamos suelo firme o no podre pensar bien

—Cierto, la cueva ¿Qué tan buena eres escalando?

—Siguiente pregunta

—Vamos, casi me fracturas la barbilla, seguro puedes bajar, ahí veremos que podemos hacer para descender — En ese momento Tiamat lo dio como en ningún otro momento, el príncipe contaba con la suficiente buena condición física para equilibrar su peso en las cuatro extremidades hasta ponerse a la par —Hola ¿Por qué sigues aquí?

—Quizá me gusta la vista — Respondió con un toque de molestia mientras bajaba la vista y buscaba donde colocar su pie

—Hazlo con calma, no quiero fallar a mi promesa — La joven entrecerró los ojos y bufo para continuar descendiendo aunque fuese más lento que su acompañante

— ¿Dónde estamos exactamente? — Pregunto esperanzada de mantener su mente lejos del vértigo

—Bueno, por las montañas debemos encontrarnos al este de Ytregf, tendremos que hacer un largo viaje hasta el palacio

— ¿Palacio? Lo siento pero el palacio puede esperar, lo primero será encontrar a mi padre

—Camino al palacio vive una adivina, no es fácil de convencer pero estoy segura de que si muestras tus dotes mágicos podrás hacerle hablar de la localización de tu padre

— ¿Y porque no la buscaste antes? — El hombre coloco su pie sobre la entrada de la cueva colocándose a salvo y sacudiéndose la suciedad de las  manos

—Ya te lo dije, no es fácil de convencer, mucho menos de encontrar, debes tener algo que le interese y es ahí donde tú entras en el escenario — El pie de Tiamat se resbalo haciéndole caer sobre la piedra lastimándose la pierna, Allerick corrió en su auxilio apoyando su espalda en su brazo para poder observar la herida — No te preocupes, fue un golpe que se curara en algunos días

—Esto es malo, debo de curarme a como dé lugar, no puedo estar aquí por días, mi mundo me necesita, bueno, a papá, tu entiendes — Se puso de pie con la ayuda del príncipe poyándose en su hombro; apretó los dientes para evitar quejarse — ¿Cómo vamos a descender?

Con cuidado Tiamat se asomó y vio la larga caída que le separaba del pido firme frustrándola más.

—Intenta calmarte, ya estamos en este problema y no hay marcha atrás, solo queda buscar una solución, mejor toma asiento

La culpa se reflejaba en su rostro haciendo recordar a Tiamat las palabras de su viejo amigo antes de cruzar.

— ¿Lo sabias cierto? —Pregunto con voz molesta ero a la vez apagada

—No me mires así, sabía que no caeríamos en piso firme específicamente pero no que terminaríamos al borde de un acantilado, cuando llegue a tu mundo caí sobre un estante y rompí un vitrina de cristal

—En todo caso es probable que sea mi culpa, nunca había hecho esto y bueno quizá busque la página incorrecta

—A todo esto ¿Por qué decidiste de la nada venir? Creí que Sigurd estaría con nosotros y luego pasa todo esto… tu mundo y tu son muy confusos, creo que ni siquiera me diste el tiempo de emocionarme

—Lamento no haberte dado a noticia por escrito pero como le dije a Sigurd… Tomam me está buscando y los hermanos de Citlali tienen razón, aquí es más débil, lo hare regresar

—Pero no tienes el conocimiento suficiente para defenderte

—Gracias por el apoyo pero papá está aquí y ya sé que preguntaras que pasara en caso de que no sea así pero prefiero no hacerlo, él está aquí, confió en que está aquí — “O de lo contrario me veré forzada a quedarme atrapada en tu mundo para impedir que Tomam escape” pensó  al tiempo que Allerick le observaba con expectativa

—Tendremos que pasar la noche aquí, la ventaja es que estamos en época primaveral o de lo contrario… bueno, tendríamos que bajar si o si esta misma noche

—O sea ¿Puedes hacernos bajar en este instante?