Señor L.

CAPÍTULO 4.

17 de agosto del 2021. 5:51 pm.

            Existían momentos del día que se veían influenciados por mis clases y que me obligaban a estar escribiendo de manera relativamente constante, pero, lo importante es desahogarse, eso cuentan las leyendas.

            4 de junio. Papi ya se encontraba en casa, todos íbamos mejorando, el hecho de que él por fin nos acompañara en nuestro hogar era mi principal fuente de motivación, contaba con más razones para sonreír y empezar a salir del agujero que había formado.

            7 de junio. Por alguna razón, no viajé ese día con mi papá y mi hermano a San Salvador, alguna tarea muy seguramente. Sin embargo, ese día mami llamó, le permitieron hacer una llamada de video y le dijeron a mi progenitor que podía llevarle algunas cosas al hospital, como sus lentes, la biblia, algo para que se la pasara entretenida y le mantuviera firme ya que estaba cayendo en depresión y no era saludable para ella que no pudiera dormir, no era sano que su mayor preocupación fuéramos nosotros y no su recuperación, además de sufrir varios colapsos nerviosos.

            Nosotros alistamos sus cosas, alistamos sus biblias y muchas cosas más, lo único que no nos permitieron que le lleváramos era el celular, ya que ella debía mantener un reposo absoluto y es difícil, porque la extrañas y yo… yo lo que más quería era poder abrazarla, decirle que la había extrañado mucho y que tuve mucho miedo de ya no volver a verla.

            10 de junio. Recibimos una llamada del hospital nuevamente, donde nos avisaban que no podíamos llevarle las cosas ya que ella había recaído nuevamente y estaría en Cuidados Intensivos otra vez.

            La llamada terminó y ese mismo día hablé con Alisson, sabía que ella notaría lo mucho que me hacía falta un hombro para llorar y ella no era la persona indicada, mis amigos tampoco llenaban ese sentimiento de miedo, entonces le dije que lo necesitaba, Señor L., que sus palabras sí me darían el consuelo que buscaba y que esperaba me pudiera ayudar con la crisis de mierda que estaba teniendo.

Es bastante confuso cómo funciona la mente humana, porque ella entendió lo que yo quería, y lo hizo.

            Noch Pizrak: Espectros de la noche. Demonios, Tormentos, Oscuridad.

Lo que más se asemeje a un estado de dolor, malos pensamientos y situaciones que vivía que me orillaron a ver muchos Noch Pizrak. El nombre es ruso y conocí el significado en uno de mis clichés libros.

Puse un estado ese día con tan distintiva frase, lo puse para todo mi círculo de contactos y dejé que las redes sociales hicieran su magia.

No sé por qué, no sé con qué intención me contestó, pero lo hizo y válgame que a mí me encanta hablar con usted, Señor L.

Al momento que me contestó sobre Noch Pizrak, Alisson estaba haciendo de las suyas para que me hablara, lo demás… es historia. He de decir, que los secretos que le conté esa noche son secretos que están muy en el fondo de mi corazón y son como cuerpos inertes… cuerpos que flotan entre lo que debo pensar de mí y lo que reconozco está mal caer por ello.

Decía que no me respondía por lástima ¿Verdad? Pero ¿Sabe por qué no creía eso? Porque tenía miedo de que me mirara como la niña que necesita amor solo porque la han tratado como mierda, solo porque no fui la favorita de la vida me hicieron sentir que si me pasa algo malo, merezco el amor y el cariño de la gente cuando no era justo, no era justo porque yo si tenía mucho potencial que supe explotar y me resultaba sumamente estúpido que siempre que contara mis secretos las personas me observaran con esos ojos de querer alejarme del mundo solo porque me fue mal.  

Me dijo que contaba con usted y que me apoyaría, que no me daría lástima y ok, yo le creí, sabía que sus intenciones no eran malas y que lo hacía de corazón y por eso, en el momento lo supe apreciar mucho, por eso creía en los hermosos textos que me envió ese día.

Dijo que estaría siempre que lo necesite y que nunca dudara en buscarlo, sin embargo, yo no pude hacer eso, el orgullo no me dejó y en el pasado me hicieron creer que mis problemas eran cargas y yo no quería que usted pensara eso.

 Yo quería hacer las cosas bien y no quería espantarlo ni que se fuera… no usted, menos cuando había sido una de los pocos seres con luz, que había visto desde el fondo del agujero negro en el que estaba metida, quería que pensara que me merecía lo bonito, pero, a la vez quería soltarme y llorar como nunca lo había hecho.

Quería tener un apoyo que no me juzgara y quería que Señor L. fuera una pequeña estrella en la inmensa oscuridad que me rodeaba…

Lo de mi violación no es algo que mencione cuando hablo de mis problemas, pero tampoco me cuesta decirlo en voz alta. Si, fui violada, no soy virgen, no soy pura ¿Y qué? ¿También merezco que me señalen por ello? ¡Tenía 7 malditos años cuando ese imbécil abusó de mí! No tenía idea de que pasaba, sentía dolor y me sentía mal, pero él repitió que no dijera nada, que era mejor en silencio, que yo lo había provocado y no sé cuanta mierda más.

A usted, apenas lo conocía, pero la extraña calidez que me daba era tan… bonita, que me permitió hablar con fluidez y dejar a veces los miedos de lado, porque sentía que esta vez sí he encontrado a un verdadero amigo… un amigo que sí estaba ahí por mí, un amigo que, si me aprecia por virtudes y defectos y no hay nada más hermoso que tener paz en tu mente, ya que sabes que cuentas con alguien.




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