La brisa que se colaba por la ventana del cuarto sabia que era el fin de mis gloriosas vacaciones, me levante y vi el uniforme que mi abuelita había dejado en la silla que retina el armario para que no se abriera. Me levanté con ánimo y me puse el uniforme para después ir al baño a peinarme. Empecé a ponerlo de diferentes formas hasta que uno me convenció.
¡Es un gran día para ser rechazado!
Baje a la cocina donde me esperaba un café negro y un pan, y mi tortita para el recreo. Me comí todo en un segundo que casi me ahogo y me pego un sape por comer tan rápido.
-¿Bueno tu estas pendejo o qué?- dice mientras me pasa una servilleta- esta bien que este nervioso pero no es para tanto- solo le había dicho a mi primo Daniel y el estaba orgulloso por tener huevos al fin para decirle que me gusta.
Me quede en la esquina de la tienda esperando a Chelo. Llego a mi corriendo y me abrazo para después irnos a la secundaria.
Lo primero que hice fue saludar a mis compas, Bryan, Carlos y Héctor.
-Milagro que te dejas ver- dice Carlos mientras me da un golpe en el brazo- te la pasaste con las niñas casi todo el tiempo, ya hasta tu suegro (El Papá de Carlos) piensa que eres maricon.
-Apoco nos ha visto agarrarnos a besotes- dice Héctor mientras me sujeta por detrás fingiendo besarme.
-Vete a la verga- le doy un codazo y retrocede mientras se ríe.
-¿Qué paso con la güera?- dice Bryan refiriéndose a Cameron- ¿Te contestó o qué pedo?
Me puse rojo y se empezaron a reír mientras intentaba esconder mi cara, cuando la vi entrar al salón con el cabello corto y algo rizado de las puntas y los aretes que le regalé en su cumpleaños. ¡Eso ya es una buena señal!
Nuestras miradas se cruzan y me sonríe, le devuelvo la sonrisa y siento como ardo de la cara.
-Me das pena- dice Chloe con mi libreta en su mano.
-Cállate enana- la volteo a ver y tomo la libreta y la meto en mi mochila. Me siento entre Héctor y Bryan y Carlos hasta el principio de la fila porque al profesor se le puede olvidar venir a clase, pero cuando llega sabe que ese cabron solo hace desmadre y no pone atención. Y aun así lo termina regañando por estar hablando con el de al lado. De ves en cuando volteo a ver a Cam que está poniendo atención y no pensando en otras cosas como yo.
-No se si sus padres les han comentado pero tenemos toque de queda- y de repente toda la felicidad de la mañana se derrumba- por los acontecimientos recientes la hora limite es a las 8:30 pm, no tengan miedo por este anuncio solo es una precaución para evitar más desapariciones- el profesor suspira, no había notado las ojeras en sus ojos ni lo deprimente que en realidad se ve- esto no era así cuando tenia su edad- se recarga en el escritorio y pone una mano en su frente. En realidad, nuestro profesor es bastante joven y eso no impide que sea exigente en su clase, pero haciendo relajo con nosotros.
-¿Puedo preguntar que es lo que le pasa?- dice una chica de enfrente.
-Mi prometida desapareció desde hace tres días- todos nos quedamos en silencio por tres razones.
Uno. El profesor tiene novia (o tenía).
Dos. El profesor tiene de novia (o tenía) a la hija del carnicero que desaprecio hace tres días.
Tres. El profesor está llorando.
Se levantan algunos alumnos a abrazarlo y pasarle papel.
-Por favor que quede esto entre nosotros- saca una caja de cigarrillos de su mochila- saca uno y lo prende. Cam abre la ventana para que salga el humo y el profesor lo agradece. Terminamos las dos horas de clase escuchando sus historias de amor, suena el timbre para ir a recreo y todos salen excepto yo y me recargo del otro lado del escritorio.
-¿Qué paso Chema?- me voltea ver mientras apaga el cigarro.
-¿Es estúpido si le pregunto como demostrarle a una persona que de verdad la amas?- se queda un poco confundido pero después sonríe.
-Decírselo seria una buena forma de empezar- me dice mientras empieza a guardar sus cosas.
-Eso ya lo hice, me refiero, después de eso como se lo demuestras- voltea a verme seriamente.
-¿Te dijo que si?
-No.
- Te dijo que no.
-No- se rasca la cabeza y me mira con lastima.
-Pues en ese caso solo te queda esperar hasta que se decida, pero no mucho porque luego se aprovechan.
-Entiendo.
-Y después recuérdale que es la mujer más hermosa del mundo, pero no tanto porque se enfadan.
-Anotado- estaba apunto de irme cuando me detuvo por el brazo.
-¿Quién es?- dice casi susurrando.
-En el hipotético caso de que sea un sí, no me va a dejar hacer equipo con ella- suelta una carcajada que me hace abrir los ojos demasiado.
-Hay que hacer una apuesta- dice mientras me suelta- me entero antes del examen y te quito un punto en el examen y si no te subo uno.
-Ok- y con eso me retiro- hasta el examen.
Bajo y lo primero que me encuentro es a Cam…hablando con Victor. ¡Impulso de idiotez!
Estaba a punto de acercarme cuando Cam me vio y puso una cara de alivio.
-Chema, te tardas años en el baño, lo siento Victor hablamos después- se acerco y me tomo de brazo para irnos en dirección al patio. Le dedique una sonrisa picara a Victor mientras este me veía con odio. Llegamos hasta un árbol cerca de la cooperativa, ella seguía agarrando mi barco mientras se recargaba en el árbol y su mano baja a mi muñeca, está molesta eso es seguro, ¡pero maldita sea, se ve hasta hermosa enojada!