Señores de los Andes

CAPITULO III

El Emperador Apu Wayna

La coronación de Wayna Huari

Concluida la ceremonia fúnebre y tras la proclamación de sucesión hecha por el Consejo del Imperio, Apu Tambo como máxima autoridad del Consejo de los Ayllu fundadores y como Willac Umu del Imperio, se vio en la penosa obligación de Coronar a Wayna Huari.

La solemne ceremonia de consagración de Wayna Huari, como Sapa Qhapaq del Imperio Taipicala se realizó en la sagrada Pirámide Akapana con toda la pompa y ceremonial de acuerdo a las órdenes directas del nuevo gobernante y con la asistencia de todos Curacas de los Ayllus fundadores, sacerdotes, la nobleza, el ejército y los altos funcionarios de los enclaves puquinas de todo el Imperio y los Mallkus de los reinos y señoríos. Los asistentes vestían sus mejores galas, acordes con los usos y tradiciones de sus lugares de origen.

Todos los invitados ya estaban ubicados en la explanada del séptimo y último nivel de la pirámide que había sido acondicionada para la solemne ceremonia.

El compás de una marcha militar, anuncio la presencia de Wayna Huari, en una enorme anda cargada por 200 nobles del Imperio y escoltado por más de mil guerreros.

Al llegar al Akapana, descendió del anda con paso firme, para luego iniciar el ascenso de la pirámide, al llegar a la cumbre, la banda dejo de tocar y se impuso un respetuoso silencio. Lentamente y muy cansado después del ascenso de los siete niveles Wayna Huari camino hacia el trono que presidia la explanada y tomo asiento. De inmediato hizo su aparición el Willac Uma Apu Tambo, luciendo todos los símbolos de su alto cargo y portando la mascaypacha (Corona Imperial), con paso lento y solemne, se ubicó frente a Wayna Huari y con voz fuerte proclamo:

Wayna Huari, hijo de Apu Ari Huari, Yo Apu Tambo Yupanqui, Sapa Qhapaq de los Hurin Ayllu y Willac Una del Imperio Taipicala, en nombre de nuestro Padre y Creador Apu Kon Tiki Illa Tecce Viracocha, te consagro como Sapa Qhapaq del Imperio.

Wayna Huari, se acercó al Willac Uma, el cual colocó sobre su cabeza la Mascaypacha Real, símbolo de la máxima autoridad del Imperio y solemnemente dijo:

Desde hoy y de acuerdo con las costumbres y ritos del Imperio Taipicala, eres descendiente directo del Fundador Apu Huyustus y por lo tanto serás llamado: Apu Wayna (Divino Wayna).

Un silencio profundo siguió a las palabras de Apu Tambo, luego todos los presentes rodilla en tierra rindieron los honores a su nuevo Emperador.

El Imperio que recibía Apu Wayna era el más poderoso y extenso del mundo por ellos conocido, solo comparable al gran Imperio Chavín. Del que los ancianos hablaban maravillas.

 

Como primer acto de su gobierno Apu Wayna, decidió que siendo el Consejo de los Ayllus fundadores un freno a su poder absoluto y no pudiendo anularlo, decidió no convocar a ninguna reunión del Consejo.

Limitó, asimismo, las funciones del Willac Uma reduciéndolas solo al aspecto religioso y hasta quiso quitarle el poder de mando sobre los Curacas Hurin Ayllus, Apu Tambo le comunicó que, de hacerlo así, el también perdería el poder sobre los Hanan y ambos solo serían figuras decorativas ya que los Curacas serian la máxima autoridad en cada uno de sus ayllus. Esto basto para que dejara en paz a Apu Tambo.

 

Apu Wayna, carcomió las raíces del Imperio, humillando a los Señores de los reinos que voluntariamente formaban parte del imperio y de los pueblos conquistados. También humilló a los nobles Hurin Ayllus.

La inquietud e inestabilidad del Imperio era grande y el descontento era general. Puquinas y no puquinas rechazaban la falta de equidad y los abusos, no solo del emperador, sino de los Hanan Ayllus.

La única oportunidad que la ley le ofrecía a Apu Tambo de poder frenar en algo los abusos del Emperador era las celebraciones de las grandes fiestas Imperiales, las cuales coincidían con el inicio de las estaciones: 21 de junio: Inti Raymi, solsticio de invierno y año nuevo andino; 23 de setiembre: Uma Raymi el equinoccio de primavera; 21 de diciembre: Qhapaq Raymi, solsticio de verano y 23 de marzo Paucar Huaray, equinoccio de otoño. Todas ellas eran de carácter religioso por lo que el Consejo de los Ayllus fundadores debía reunirse para tomar acuerdo sobre la realización de la fiesta en todo el Imperio, en esos consejos Apu Tambo aprovechaba para impulsar acuerdo sobre otros temas que estaban sin resolver. Acuerdos que, al ser tomados por el consejo, el Emperador estaba obligado a cumplir.

Asimismo, existían otras cuatro fiestas intermedias: 2 de agosto, a la Pachamama (tierra) e inicio de la siembra, 2 de noviembre a los Ancestros (difuntos), 2 de febrero marcado de animales (con cintas de colores en las orejas) y bendición de los campos de cultivo (con chicha de maíz) y 3 de mayo día de la Chakana, cruz cuadrada andina y el inicio de la cosecha de la papa, para la cual se pedía permiso a la Pachamama. En todas ellas la asistencia de los dos Sapa Qhapaqs era obligatoria y en ellas el recibimiento que hacia el pueblo a cada uno de los Sapa Qhapaq era muy diferente, indudablemente el pueblo y gran parte de la nobleza recibía con mucho mayor entusiasmo la llegada de Apu Tambo.



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En el texto hay: poder, dioses y guerras

Editado: 01.04.2021

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