Señorita Prejuicios [1/2]

IX - Mcboy y Becker

Josh no estaba entendiendo mucho, nunca lo hacía, pero al menos estaba medio seguro la mayoría de las veces. A sus ojos, incomprensiblemente. Dylan Becker le había pedido disculpas. ¿Por qué? Ni idea. Pero eso no evitó que la agarrara del hombro y viera sus ojos.

Dylan quería llorar.

Josh, busco con la mirada a sus amigos sentados. Donde solo pudo encontrar a su amiga Tachi, haciéndole señas para que la sacará del centro del comedor. Donde, nuevamente, eran protagonistas de una escena.

—¿Quieres salir?

Le susurró Josh a Dylan. La chica afirmo con la cabeza y fue sacada del comedor en un instante. Al llegar hacía el patio, se sentó en una banca para que momentos después Josh se pusiera a su lado.

—¿Estás bien?

—Si.

Dylan solo pudo responder eso, viendo como le ganaban las lágrimas.

Josh, la miraba.

—Tranquila, todo esta bien, mira, ya me mejoré esta mañana de los golpes, ya no llores. —en la mente de Josh, él pensaba que lloraba por algún problema ajeno a él. Y tal vez estaba siendo afectada por el hecho de que su novio casi lo mataba a golpes. Dudaba que el fuera el culpable de su tristeza... ¿Verdad?

Por otro lado, Dylan no sabía exactamente que hacer, su idea era pedirle disculpas a Mcboy, no desmoronarse en frente de él.

Dylan solo comentó:

—Me siento muy mal por lo que pasó.

—No, no, como crees, yo sé que no fuiste y le dijiste a tu novio: "golpea a ese chico". En todo momento le dijiste que se calmará. Tranquila. —Josh río nerviosamente. —Más bien, perdóname tú. Yo te insulté y dije cosas que no pensaba de ti, solamente explote en ese momento. Y me arrepiento mucho de que hayas sido tú quien los recibió.

—Pero resultaste lastimado.

De alguna manera, Josh sintió una leve sensación de ironía. ¿Qué no, quien debería de estar pidiendo perdón era él?

—Tampoco fui la víctima. Hice comentarios que no debía. Ya me regañaron también.

Dylan dejo de lagrimear para verlo a los ojos —¿Quien?

—El chico que me llevó a la enfermería... el "cachorro", creo que le llaman.

—¿Cachorro...?- Dylan se quedó pensando en ese nombre cuando estalló en risa.

—Hablas de Lobo, ¿Verdad? Ken Martínez siempre regaña a la gente. —todo fue seguido por una suave risa de Dylan que calmó el ambiente.

A Josh le dio tranquilidad verla sonriendo, olvidando por completo que momentos antes, había tenido a una chica llorando, y casi 24 horas antes, la había insultado velozmente en frente de una preparatoria completa.

—Solo quería pedirte perdón, independientemente de quien empezó, no debió terminar así. —la chica se tranquilizó después de soltar su comentario. 

El chico solo respiró hondo, intentaba darse ánimos en esta situación, había aceptado por completo que era su culpa lo que había pasado. Pero eso no quitaba los flashbacks, recordar la pelea le daba terror.

—No pasa nada señorita. Las cosas están bien.

—Quiero compensarte por lo sucedido... Pagando la tarifa del hospital oh...

—No fui al hospital, estuve en la enfermería toda la tarde, y más noche en mi casa. Ya en la mañana me dieron "alta".

—¿Pero por qué no fuiste? Te veías mal...

—Mi madre es médico, ella fue quien me cuido.

—Ahh —Dylan se sintió aliviada, al menos no había sido tan grave como pensaba.

—Bueno, aún así, cómo puedo compensarte.

Mcboy lo pensó, aunque no se sentiría a gusto recibiendo algo de alguien a quien le gritó, la realidad es que recibir cosas gratis le encantaba...

—Mmm, pues no sé... Si de verdad quieres ayudarme, puedes esté... —Josh, pensó y pensó, y al final su mente se aclaró.

Aunque Dylan, estaba confundido de este chico, y sabía que se le había zafado un tornillo, simplemente espero para escucharlo. Si no le daba algo, se sentiría triste y mal. Ayudarlo era una maniobra para darse tranquilidad ella sola.

—Algo que necesites, o que no puedas conseguir. Capaz yo puedo conseguirlo. No sé si tengas algún pendiente ahorita.

—Pues...

A Josh se le prendió un pequeño foco. Si quería hacer su película necesitaría una cámara para grabar, luces y un equipo para editar... Pero tenía que ser inteligente, el equipo de grabación del club de cine era  más suficiente, además ya contaba con luces. El equipo de edición.... Pues podía trabajar en las computadoras de la preparatoria, eran gratuitas y potentes... Aún así necesitaba una buena idea o para hacer el guión. O mínimo algo que lo inspirara para trabajar.

—¿Amigo? ¿Me estás escuchando?

El chico regresó a la realidad solo para observar a una señorita enfrente suyo aún con lágrimas secas. —Claro —pensó. Ella era la clave.

—Ya sé, mira Dylan, ¿Te puedo llamar así?, te explico, soy parte del club de cine y el director me pidió una película que hablará de la vida de algunos de los mejores estudiantes.

—Ajá.

—¡Y quién mejor para protagonizar una película que tú!

Aunque la propuesta le tomó por sorpresa, había de admitir que sonaba una gran oportunidad, y de alguna manera sentía más tranquilidad en poderle ayudar... Aún así, se le hizo muy confianzudo el chico para llamarla por su nombre, antes que por su apellido.

—Esta interesante la idea... ¿Y que tendría que hacer?

—Pues... sería sobre ti, tal vez hablar de tu vida, qué sueños tienes, que deseas, cómo comenzaste en la preparatoria. Podemos grabarte por una semana y de ahí sacar material...

—Esta interesante... ¿Y cuando comenzaríamos?

—Hoy mismo.

—¿Qué?

—Sipi, entre más rápido, mejor. ¿Le entras?

—Pues... —se desconcertó por unos instantes hasta que cedió —Está bien —"Una gran oportunidad de distracción" pensó la señorita Becker. —¿Dónde nos reunimos para vernos?

—Aquí mismo, al salir de clases. ¿Está bien?

—Si... Pero yo eh.... —antes de terminar, Josh Mcboy había salido corriendo hacia adentro del edificio. Pensaba gritarle que no le volviera a decir Dylan, que para él era Becker. Pero se fue tan rápido que se perdió entre la gente y honestamente, ya no quería gritar.




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