Desde el día que te conocí
Mi corazón ha latido aceleradamente
Por el orgullo de tenerte
De ser tu papito que te ama.
Siempre ruego al señor
Que nada ni nadie te dañe
Que siempre te acompañe
En los caminos que has de andar
Mis brazos abiertos siempre estarán
Las veces que quieras acurrucarse
Las veces que necesites un abrazo
O simplemente cuando estés feliz.
Que dios te ilumine y te bendiga
En cada momento de tu vida
En tus sonrisas y tus llantos
Regalandote gracia y gloria