Escribo desde el sofá de mi casa… Escuchando cada diez segundos el cielo tronar y en plena oscuridad.
Está lloviendo. Estoy sin luz.
Viernes 17 de mayo. Las 7.22 PM
(Feliz cumpleaños a todas aquellas que cumplen sus primaveras hoy, las quiero. CHAUYI♥)
♥♥♥
—Sentimientos a la Rossi—
DYLAN
Siento una vibración en el bolsillo trasero, seguramente es un mensaje o quizás algún maldito se cree lo suficiente para retarme a una lucha en la arena de Dragón City. Ha. Cómo si alguien pudiera vencer a mi trío de la muerte, mi dragón chicle ya es nivel 20… Y mi dragón platino ya casi es nivel 18. Me saco el teléfono del bolsillo y veo una notificación de Whatsapp… Es él nonno. También veo en la pestaña otros mensajes y una que otra notificación de Instagram.
—¡Oh my goodness, my darlings!—Demonios, no. No necesito girar la cabeza para ver la expresión—exagerada y teatral, debo añadir—de zia Polly al ver a sus dos modelos de Instagram metidos en un jacuzzi con ridículos juguetes flotantes y hasta el pecho de jugo de tomate.
Quizás debimos usar el jacuzzi de la habitación de mamma y papá, pero cuando pregunté inmediatamente dijeron que no. Ni modo, tuvimos que usar el jacuzzi de la habitación de las gemelas.
—Hola, Polly.
Saludo de forma distraída mientras deslizo los dedos por la pantalla desbloqueando el patrón de seguridad. ¿Qué querrá él nonno ahora? ¿Problemas? ¿Ya tendría fecha para la próxima cosecha? A lo mejor es eso… Aún guardo como un recuerda dulce la fiesta de la cosecha del año pasado. Abro la aplicación y de nada más leer el inicio provoca que bufe. Señor, dame paciencia porque si me das la fuerza… La estranguló o pateo su culo bien lejos.
Nonno Nico.
Leona haz la caridad de decirle a tu asistente metiche que no se involucre en los negocios del viñedo. Grrr. >:(
Suelto una pequeña risa cuando leo él “Grrr”. Viniendo de un ex boxeador es bastante cómico… Por otra lado, ratas. Suelto aire cansada, él tema de Viviana ya es motivo de dolores de cabeza. Se supone que únicamente debe encargarse de mis relaciones públicas no de las relaciones públicas del Holding Rossi, esa ya es él área de Alexis y si se entera de que una simple mánager está queriendo meter las narices en los negocios de la familia se va a cabrear… Mucho. Rápidamente tecleo una respuesta.
Yo:
Hablaré con papá y mamma… Si sigue queriendo meterse tú mandala con Alexis. Él sabrá darle lo suyo. ¿Vienes a cenar hoy? Según escuche hoy habrá asado.
Envió mi respuesta. Lo más conveniente seria notificar a Alexis del tema, Viviana ya se está pasando demasiado queriendo hacerse más importante de lo que es… Sin darle tantas vueltas busco el número de Alexis, espero que no estalle. Ese hombre tiene problemas, es demasiado temperamental… Con razón las chicas huyen de él.
Sonrío. Si, claro. Ojalá que fuera solo eso… Ese hombre está empeñado en que la única mujer hecha para él es Maze, espero que esa mula terca se de cuenta muy pronto porque no quiero que Alexis vaya a prisión por matar al inútil novio actual de Maze, David.
La estática cambia y escucho su voz gruesa de decir:—Aleixandre Besser.
—Hola, señor Aleixandre Besser.
—¡D! ¡Hola!
—¿Como va todo, Alexis? ¿Ya aprendiste a anudarte la corbata?—preguntó con sorna, escucho un resoplido y mi sonrisa se agranda un poco.—Oh… ¿Aún no? Sabes… David sabe anudarse la corbata.
—¡Aprenderé a anudarme la estúpida corbata mañana! Ese inútil no será mejor que yo—su actitud infantil me causa gracia.—Ya deja de querer cabrearme, Rossi o dejaré de hablarte un mes.
—Ya, ya. Tranqui, chico...—fácil de cabrear. Como siempre un temperamental.—No te llamaba para eso, pero ya me conoces, no puedo dejar de meterme contigo. Es divertido—alzó los hombros, demasiado fácil. Aun me cuestiono, después de dieciséis años de amistad: ¿Como no se ha muerto por sus rabietas de niño pequeño?
—Me caes mal—gimotea.—¿Para que llamabas? ¿Es por la situación de la centralita? Ya arregle los documentos pertinentes con Adrianne.
—No, aunque no estaría de más que me mandases un reporte de daños...—me muerdo el labio inferior, si quisieron robar el coche o estropearlo… Niego. ¿Para qué querrían estropearlo?—¿Las cámaras captaron a los maleantes?
Escuchó un suspiro de su parte. Oh, no. Ratas.
—Ya veo, que mierda.
—Una verdadera mierda, Dylan… Al parecer se ensañaron mucho con él garaje y… Bueno, tenemos que reunirnos mañana para platicar esto. Hay algo que no me gusta de la visita de nuestros amigos.
—¿Que?—arrugó la frente confundida.
—Mañana. ¿De qué querías hablarme?
Ah, sí. Chasqueo la lengua. A Alexis no le va a gustar nada, lo puedo asegurar.
—Es Bianchi—escucho una maldición murmurada de su parte, si, bueno. Él club de odio hacia Viviana “culo postizo” Bianchi tiene muchos integrantes y yo estoy a punto de unirme al club después de dos años de resistencia.
—¿Y ahora qué hizo esa sanguijuela? Ay, D. ¿Por que en él infierno no le has dado una bonita patada en el culo con tus horribles zapatos deportivos favoritos?
—¡Ehh, no son horribles!—protesto. Por inercia me veo los pies, pero me encuentro con mis chanclas negras con pompón lila.
—Ya claro—alarga las palabras—, para ser hija de un modista como que tienes el sentido de la moda de un atún, en fin, que se le va hacer.