Me enamoré de ti, no sé por qué.
Me enamoré de tu sonora risa
y de tus lágrimas calladas.
Me enamoré de ti, tímida niña
y de tus pecosas mejillas
de inocencia disfrazadas.
De tu perfume de jazmín
de tus labios sin carmín
de la calma,
de tu mirada soñadora
de tu paz y de tu fuego
de la ironía de tu ceja izquierda
de las ganas de perderme
en cada curva de tu cuerpo.
Me enamoré de ti
y de tu palabra fiel.
De tu espíritu soñador
y de cada error de tu piel.
De tu filosofía de vida
de tu inquietud por dentro
me enamoré de tu secreto
y de tu cómodo silencio.
Me enamoré del amor
que despiertas en mí.
Me enamoré...
de enamorarme de ti.