Despojos de una vida. Destellos del pasado.
Recuerdos anestesiados de una inocencia arrebatada.
Sentimientos enfrentados, confianza traicionada.
Un secreto necesitando escapar pero... por mil razones eso no podía pasar.
Una sola vez, de forma dulce y vergonzante, un solo instante de placer
y el mundo es confuso e intimidante.
Para forjar un recuerdo para siempre, para dibujar una cicatriz en el alma,
una vez es suficiente, una vez basta.
Fingir que nada pasó, simular que nunca ocurrió. Mi vergüenza, mi negación,
pretender que funcionó.
Hechos al azar que se entretejen, eslabones que se enlazan hasta formar una cadena que me abraza, que moldean mi carácter hasta ser quien soy hoy.
Ya no hay dolor que disipar, lágrimas que secar ni rencor que guardar.
Todo superado, todo perdonado, nada olvidado.