Seguiré ahí,
aun cuando mi sonrisa no llegue a mis ojos.
Aunque las lágrimas sean la sangre de mi alma
y ver tu espalda el reposo de la pasión.
Ahí seguiré esperando,
después de tantos años
cuando lo nuestro era
mucho más de lo que estoy contando.
Y aunque siento
que ya nada importa nada
ahí seguiré, caminando a tu lado
pues haces el sol más templado
y la luna más cercana.
Seguiré junto a ti
pues aunque tus besos
tan insólitos como los versos
todavía son versos para mí.