Escúchame, corazón:
Hace años que se fue
pero aún le echo de menos,
miro al que está a mi lado
y le veo, pero no le encuentro.
Con mi traje de añoranza
y los zapatos desgastados
recorro los caminos
que me alejan de su lado.
Cuánto el desamor aprieta!
cuánto ello me inquieta!
y sus acusaciones vertidas
como la sal en mis heridas.
Mirando de frente a la persona que vive en mi espejo
donde la carne se vuelve ternura
donde la piel se vuelve pellejo,
donde ya ni siquiera veo, en mis ojos ese brillo.
Vámonos, corazón, y si debes sangrar...
sangra escondido.