Encerrada en mi propia vida
navego por un mar de incertidumbre.
En el fondo de un precipicio
o en lo alto de una cumbre
yo oculto mi sacrificio.
Se me pudre el corazón
cuando te quiero sin querer.
Cuando estando en tu presencia
yo sufro por tu ausencia.
Te amo sin fuerzas, te odio con ganas
y un trozo de mi alma se fuga
cuando ese dolor amenaza
con salirse por las costuras.