Si el tiempo hablara, diría con tristeza y vacío en su mirada que él no quiere seguir avanzando, dejando atrás en el pasado un montón de recuerdos y etapas que él presenció en su tránsito, pero no pudo vivir ni experimentar.
Todos dicen "el tiempo es cruel" pero el tiempo no comparte ese pensar, él no quiere avanzar pero involuntariamente lo hace sin poder detenerse.
Él no tiene la culpa de haber nacido con esa función, de ir hacia adelante sin parar. Aunque quiera no se le permite tal deseo.
El pobre tiempo, nadie lo comprende e intenta ponerse en su lugar. Es triste ser él, pero a quién le importa, solo están atariados o preocupados en su propia vida, culpando al tiempo por sus desgracias y por las cosas que no pudieron hacer ni decir en su debido momento.
El tiempo no es cruel; es un alma muerta cumpliendo la única función que se le otorgó desde su nacimiento, y mucho antes de eso.