Domingo 10,
Desperté con bajas vibras, la noche anterior había roto mi celular y ni siquiera sabía en qué momento o cómo ocurrió.
En toda la tarde no fui capaz de decirles a mis padres lo sucedido, por miedo a su reacción, oculté todo el tiempo el celular.
Llegadas las 17:00 horas, salimos con una amiga y mi perro, pensé que eso me iba a hacer sentir bien pero noté que no estaba solo preocupada por el celular, había algo más, no sabía qué, pero ahí estaba.
Fuimos a un lugar tranquilo y momentos más tarde llegó un chico con el que me veo, no supe interpretar lo que sentí.
Después de estar un rato en ese lugar volví a mi casa y decidí contar lo del celular, mis padres no dijeron mucho pero lo poco que dijeron y como actuaron me hizo sentir cual mierda.
Me encerré en el baño a llorar para que ellos no notaran nada, como nunca lo hacen.
Ahora me encuentro sentada en mi cama haciendo lo que la psicóloga recomendó que continuara haciendo, escribir para liberarme.
En conclusión mi día, mejor dicho mi semana ha ido en descenso.
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Editado: 09.09.2022