Entro en mis pensamientos,
un ojo se me cierra por el cansancio
y una mosca trata de succionar lo que queda de mi alma.
El reloj se esmera en hacerse escuchar,
pero estoy cansado y mañana me espera otro día
exactamente igual al día de hoy.
No pensaba escribir a estas horas,
mucho menos esta noche
y ni que decir de esta vida.
Sueno como un vendedor de humo
en mitad de una tierra abandonada,
pobres diablos, los que se creen mis palabras.
Soy un malabarista en la cuerda floja,
un gorila trapecista subido a un monociclo,
la perra barata que te espera en tu esquina favorita,
solo soy un artista, qué más da.
Dame unos centavos para vivir y divertirte un poco más,
permíteme retorcerme entre mis propios lamentos
un día más...