No me hables de lo que sientes
que no lo aguanto.
No me hables del amor
que me da miedo.
¿Por qué tiemblo?
No me hables por favor.
Te pido, por favor, que no me hables.
Quédate callada y, por favor, jamás digas nada.
prefiero vivir en el silencio,
no te quiero escuchar.
Quiero vivir en una simple ilusión.
Por favor, no quiero oírte, cállate.
¡Cállate!
Solo cállate, por favor, y ámame.
Ámame entre las sábanas.
Ámame como amaste alguna vez, incluso más.
Hasta que no te quede nada más que dar,
entonces seguiré con alegría.
Porque me amaste de verdad,
como jamás lo volverás hacer.