Sera que me caso?

¿Estoy soñando?

—¡Topo levantate! ¡levantate!

— Ham que ¿paso?

—Allí esta la mama de yaneth en la sala vino a buscarte temprano en la mañana mis papas la hicieron pasar y esta sentada en la sala

— ¿Como que esta en la sala? ¿Que hace aquí?

—Si no sabes tu, no me preguntes a mi — dijo anzules

Aun tenia la cara dormida y mi cerebro no reaccionaba, comencé a sudar frio, ¿como era qué la mama de yaneth estaba en la sala?, ¿como así? ¿ahora que hago?— termine diciendo en voz alta

—Yo no se, pero salga y dele la cara mijo, que tiene rato—

—Abren la puerta rápidamente, mijo lo buscan— dijo el papa de anzules

—¿Quien me busca?

—¡Repensa!

—¿Quien?

—¡DEVENSA! ¡DEVENSA!

—¡DESPIERTAA! Dijo anzules fuerte

—Que paso topo estas ¡soñando! hablando medio raro—

—Uff me has salvado de una grande— me reí

—Estaba soñando que la mama de yaneth había venido hasta acá a buscarme—

—Por segunda vez, ¡estas loco topo!

—Mejor duerme es tarde— ¿Que hora es?

—tres de la madrugada—, duermee dijo tirando una almohada

—(Suena mi celular) abro mis ojos, mensaje nuevo de yaneth

—Buenos días—le recuerdo que mi mama esta por llegar a la casa del abuelo

—Buenos días—, que bueno ansioso de conocerla—, escribí

¿Cual ansioso? ya estaba el sol radiante ya esto si no era un sueño, se acercaba

—¡topo! ¿que hacemos de comer? mis papas salieron, debemos hacer algo para desayunar— hablo anzules

—Estas hablando con un máster en cocina—, que cuando esta en casa solo sabe hacer cereal con leche por la pereza de cocinar, decía mi cerebro

—Enciendo la cocina y coloco a cocinar un arroz —

—Si algo sabemos hacer los extranjeros o los que vivimos solos, es cocinar y hacer una que otra cosa del hogar, no porque nos hayan enseñado en casa o porque hayamos recibido un curso, si no porque la vida misma te dice aprendes o aprendes—

—Estuvo rico el desayuno—, decimos sentados a la mesa

—¿Que vas a hacer? te noto con ganas de salir—, dijo anzules

—Tengo qué, la mama de yaneth esta por llegar, es mas creo que ya llego y pasare un rato a conocerle—

—¿Y como te vas? mi padre se ha llevado su moto si no te llevará

—No te preocupes Guana dijo que pasaba a dejarme su moto le dije que era un asunto de fuerzas mayores—, Guana es el amigo que te ayuda en todo

—El pito de su moto se oyó a la puerta—

—Allí esta llego—dije

—Me dejo su moto y dinero para ponerle gasolina, mejor que esto ¿donde?—, dije

—Poniendo las llaves sobre una repisa que había en el cuarto me fui al baño tome una ducha y me cambie, rocié un poco de perfume en mi cuerpo estaba listo— llego la hora, me dije al espejo convencido

—Saco la moto y intento prenderla de una y otra manera—

—Una patada, dos , tres, cuatro, cinco ¡Oh rayos! no quería prender—, comienzo a sudar

—¿Que sucede? ¿No enciende? dijo anzules con una risa

—No, si ya prendió solo estoy aquí sudando por deporte—, dije mientras ya se me acababa un poco la paciencia

—Sino enciende eso no es de Dios— dijo anzules riendo con mas fuerza

—¡Rumm! ¡Rumm! encendió la moto— gracias, gracias era todo lo que necesitaba escuchar, dije mientras alzaba mi oración cerebral para que no se volviera a apagar

—Y me fui, les confieso que me gusta correr en motos, ojo no esta bien esto, y en veces lo medito mucho, de camino a la María flores me dije no puedo llegar con las manos vacías, pensé llevar un pan no estaría mal creí—

—Nunca iba a la casa del hermano Jiménez—, me sentía raro

—Llegue y el hermano Jiménez salio y dijo— Pase, pase lo estábamos esperando

—¿Como esta hermano Jiménez?

—Bien aquí con unos dolores pero ya por causa de la vejes—

—Yaneth nos dijo que vendrías—

— Marí marí, llego el muchacho—, dijo

—Tome Don Jiménez, traje este pan para usted—

—Gracias muchacho—

—Me extendieron una mano diciendo mucho gusto soy la mama de yaneth—

—yo le daba mi mano fría como la de un muerto en plena descomposición, estaba muy nervioso y mi corazón latía a un ritmo acelerado—

—Aunque por fuera sonreía y decía mucho gusto un placer conocerla—, con risa de seguridad

—En ese momento le daba gracias a Dios de haberme echo piel morena, la mama de yaneth era toda blanca como leche recién salida y estaba roja y no era de un maratón era que estaba nerviosa se le notaba a 5 kilómetros—

—En ese momento me sentí seguro—

—¿Y de que parte es usted?—, dijo ella

—Yo vengo de Venezuela, migre por cuestiones económicas—

—Si he oído de tantas malas cosas que dicen, de los que vienen de tu país, y quien sabe si tu eres igual que todos— susurro en voz baja

—¿Como dice? respondi

—Que bienvenido al país muchacho, Bienvenido— con una voz un tanto hipócrita

—¡Wao! lo que faltaba dije dentro de mi, le caí mal—

—¿Y yaneth cuando viene?—pregunté

—Ella llega mañana— pero ni crea que la veras, volvió a susurrar en voz baja

—Notaba su incomodidad y decidí salir—

—Ya me tengo que ir Señora marí espero verla pronto—, le dije dándole mi mano

—Yo también muchacho yo también—, respondio con cierto desagrado