Dejar que fluya
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti
Era sábado y había cambiado de turno así q ese día trabajaría de tarde. No me molestaba al contrario la idea era dormir hasta que se me razgaran los parpados pero no todo lo contrario me desperté a las 6 de la mañana, mi cerebro se encendió solo, ya estaba acostumbrado y debido a que mi cabeza no dejaba de pensar en Gabriel. Insulsa yo, porque yo no tuviera vida sexual él haría lo mismo. No por eso deje de fantasear que se sentiría besar esos labios, o que sus manos me levantaran en andas, o que simplemente dijera mi nombre al soñar conmigo, eso querría decir que tenía la minima posibilidad de que algo se pudiera dar. Cuando volví a conciliar el sueño eran más de las 8. Y cuando volví a despertar ya era el mediodía. Salí a caminar por el centro y comprarme un delicioso helado, para no perder la costumbre. Era mi único vicio helados y chocolates. Decidí entrar al cine, era la más desgraciada sola, sin compañia. Sólo yo me animaba, opté por ver una comedia. Por lo menos reíria un rato.
Luego volví para casa ya que me tenía que duchar y al rato irme a trabajar. Cuando entre a casa, por así llamarla aunque no la sentía así. Me invadió el olor a bologñesa era una de mis comidas favoritas. Fui por agua a la heladera y mi estómago rugió por esa delicia. Gabriel estaba de espalda, obvio sin remera, colando la pasta. Se giró y me regalo media sonrisa. Que bello que era.-
Deberíamos hablar- soltó de la nada. Y mis cejas se juntaron debido a que no entendía a que se refería
- - Con respecto a lo del otro día
- Carraspee antes de dirigirme a él no encontraba las palabras exactas, y quede escarlata cuando dicha imagen se me vino a la cabeza, y por instinto dirigí mi mirada unos segundos a su entrepierna
- - Creo que no hacen falta explicaciones no?- cuestiones mientras recuperaba el color y levanté una ceja. Iba a tomar el plato que me ofrecía pero lo sostuvó sin aflojar, me lo quitó y lo depositó encima de la mesa. Y lo que sucedió después fue tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar. Gabriel me acorraló contra la heladera tomo mis mejillas con ambas manos, como si yo.me fuera a romper y me beso. Si leyeron bien Me Beso, ni yo lo creía, mi conciencia daba aplausos. Yo no lo podía creer. Me llevó unos segundos reacionar y corresponder. Cuando desperte de la ensoñación, coloqué mis manos en la parte trasera de su cuello y lo seguí. Me perdí en él. Todo lo que había querido en este tiempo estaba sucediendo. Era increible, mi boca seguía su baile, mis labios se acomodaron a los de él y me lengua investigo. Era placer de verdad. El gimió una vez, y después fue con desesperación. Me tomó en andas y me sentó en la mesada. Sus manos recorrieron mi figura, desde mis hombros hasta masajear mis glúteos mientras besaba mi cuello y clavícula. Y yo ansiaba más, quería más. No fuera algo que tuviera que pensar. Mis manos tambien recorrían su hermosa figura. Tuvimos que separarnos por falta de aire. El apoyo su frente en la mía, y por miedo no quise abrir los ojos.
- - Que estas haciendome pequeña? - preguntó y sin darme tiempo me dejo ahí y se marcho.
- Grandisimo idiota, después de lo que acababa de suceder se marchaba. Y me dejaba ahí con ganas de querer más y más despues de haber sentido su paquete. Me reí pero de enojada que estaba. Peor Imposible.
- Como la comida se estaba enfriando al contrario a mi, decidí sentarme a comer así sea sola.
- Me bañe y me fui.
- Arreglé con Natalia de ir a bailar. Pasaría por el apto a levantarme. Cuando llegue estaba Dante y Gabriel jugando videos juegos. Gabriel evito mi mirada en todo momento y yo me lancé a los brazos de Dante, lo extrañaba.
- Me bañe nuevamente y me arreglé para infartar. Me puse una pollera blanca con un top negro plataformas para elevar mi 1,57 cms, me solté el cabello y me maquille. Era una reina. No hay que negar que a todas nos gusta que nos miren y nos piropeen sin faltar el respeto. Cuando estab por irme mi hermano abrió los ojos exageradamente.
- - Creo que deberías ponerte algo más largo Eli- opinó sin que le consultase.
- - Por favor Dante ya no soy una niña, y a parte no se me ve nada. Ve a cuidar a tu novia- dije riendome
- Gabriel se atoró con unos palichips cuando me vió y yo me reí y le guiñé un ojo.
- - No seas cavernícola le dije a mi hermano, tal vez en jna de esa te traigo un cuñado- reí nuevamente y ambos escupieron sus bebidas. No se desde cuando me había vuelto desfachatada pero estaba cansada de ser la insulsa buena.
- - Y a donde van? Si se puede saber- cuestionó Dante cruzandose de brazos.
- - Ehh- la pensé y contesté- Al Pony- aunque no sabía si era verdad.
- Me despedí y me fui a parrandear. Naty ya estaba abajo esperando
- Mentiría si dijera que no demoramos en ingresar, pero debido a que aún era temprano, tocó hacer fila.
- Cuando ingresamos estaba a más no poder de gente. Fuimos directo a una barra y pedimos dos cervezas. Despues de una ronda más, nos dirigimos a la pista a menear y disfrutar. Cuando la música corre por tus venas y sientes como vibra esa es la mejor parte.
- Despues de bailar un rato fui a hasta la barra. Un par de chicos se me acercaron pero no di entrada. No fue fácil sacarlos de encima. Pedí dos cervezas más al barman. La noche despues pasó tranquila. Baile hasta que me dolieron los pies y un poco más. Naty estubo con un chico pero más que darse un par de besos e intercambiar números no fue. Al final nos fuimos en taxi.
- Antes de poder dormir di mil vueltas en la cama no dejaba de pensar en la escena que viví con Gabriel. Pensar en que hubiera sucedido si tal vez... él no se hubiera frenado. O si yo no hubiese dejado que él se detuviera.
- Pero no podía vivir en el tal vez. Cuando quise darme cjenta el sueño me había vencido. Y en los sueños también aparecía Gabriel, pero creo que era una pesadilla porque tambien aparecía un Dante enfadado. Histerico diría yo.
- El domingo dormi hasta casí el mediodia, había una nota en la heladera con la dulce letra del marine de que tenía el almuerzo en el micro. Por suerte estaba sola. Me bañe, y fui caminando por la rambla hasta el parque rodo. La rambla estaba llena, no había un lugar donde ocupar el día lo permitía. La pista de patinaje estaba lleno de niños, me entro una añorancía, extrañaba esos días.
- Por suerte Naty me tenía reservado un lugar en las canteras, había comprado unos deliciosos bizcochos y aprontado un mate, ya que el alcohol de la noche anterior había sido suficiente por el finde. La vista era impresionante, una de las mejores. Agradecida de vivir donde lo hacía aunque somos un paisito pequeño, los paisajes son increíbles.
- Tuvimos horas de charlas y de risas, observando a las demas personas. Así se fue la tarde, nos quedamos observando el crepúsculo sobre el mar y un rato más. Era la postal más bella que se puede observar.
- Llegue a casa para realizar la cena como los chicos no estaban y no sabía si venían batí rapidamente un par de huevos e hice un omelette con jamón. Miré una pelicula cómica sobre los trastornos obsesivos compulsivos de la cual no paré de reir. Apronté todo para el día de mañana y me fui a dormir sin dejar de pensar en el amigo de mi hermano. Como a las 2 de la mañana me despertaron ruidos, no eran estruendos pero si molestos, me puse un short ya que estaba en ropa interior y me levante.
- Era Gabriel...
- Me vió y sonrió
- - Hola cosa hermosa, lamento haberte despertado- acarició mi labio inferior y toda yo temble de pies a cabeza, que me afectaba era verdad hacía que todo en mi se comprimiera desde mis pechos hasta mi estómago era mucho lo que me afectaba- aunque al decir la verdad, no lo lamento- se acerco y deboró mi boca al principio lento y despues con fiereza y ganas. Por el sabor de su boca y su descaro me había dado cuenta que había bebido aunque sus besos eran dulces y ya los extrañaba aunque no pensé que se fuera a dar seguido. Lo tome del cuello y lo acerque a mi para responder de la misma forma. Mi lengua investigo cada detalle de su ¹a mientras él gemía.
- Me aupo, mis piernas se enroscaron en su cintura me sostuvo de las caderas, y devorandonos noa llevo a mi habitación.
- - No tienes ni idea de lo que generas en mi pequeña- volvió a comerme la boca mientras me sacaba la musculosa, mi tiro sobre la cama. Se desvistió rápidamente. Obvio que sabía lo que se avecinaba pero no me avergonzaba y no nos iba a frenar quería que Gabriel me tomara y asi fue. Aprezó mis pechos con ambas manos mientras yo encorbaba mi espalda y gemía. Como describir lo que hicimos en la cama como dice Arjona si bastó con decir que me besó hasta la sombra y un poco más