Papá es muy larga la historia, pero necesito ayuda, Keaton, Marcus y la hija de Marcus Ava están en problemas y “mamá” es la responsable.
Fue lo que ponía el mensaje de Ruby, era un aviso y un pedido de auxilio. Ella tenía su situación con su papá, pero sabía que haría lo que sea por ella.
Ruby se acercó a abrazar a Eden luego de enviar el mensaje.
—Todo estará bien. Te lo prometo.
☃️☃️☃️
Cuando Keaton llegó ya Marcus había acabado con una gran cantidad de hombres y se encontraba con una hermosa niña pequeña que no debía tener más de 3 años, su pelo era corto, llegando hasta los hombros, delgada, vestía un vestido blanco, con unas zapatillas blancas. Sería por el momento, pero no paraba de temblar y estaba totalmente despeinada. Pero no fue hasta que conecto con sus ojos que pudo afirmar lo innegable. La familia Wells se definía por esos ojos, grises, redondos, la pupila negra era como si fueran los ojos de un gato. Así le había descrito su madre a la familia de su hermano, temeraria, esa niña parecía asustada, pero a medida que un Wells ve la vida se vuelve indomable, caprichoso, temerario, difíciles de manipular, se creen más fuertes que todo el mundo, nada los intimidad y son muy graciosos y bromistas.
Marcus y Keaton se llevan 3 años de edad. Keaton recuerda a un Marcus indomable, que al sentir cualquier peligro se ponía delante de su madre, siempre competían y peleaban por protegerse al otro. Keaton protegía a Marcus y Marcus a Keaton, ese era su dilema de niños. En ocasiones sentían miedo, era normal, pero al tocarse las manos sentían que nada pasaría. Eran ellos dos, los hijos de Lacey Chapman contra el mundo.
—Pequeñita... —Keaton intento acariciarla, pero ella se aparto haciendo un ruido diminuto.
Marcus sonrió sin mirar a su hermano.
—¿Ya saliste de tu sorpresa? Está niña es una Wells, eso es innegable —le beso la coronilla y a pesar de estar asustada a Marcus si la dejaba acercarse.
—Ella tiene tus ojos —fue todo lo que atino a decir Keaton —¿Dónde está la bruja?
—Desesperada —sonrio con malicia Marcus —Deseo... —miro a la pequeña para después cerrar sus labios.
—Tú vete. Yo puedo con ella
—No te dejare solo, no con esa loca. Hasta el mafioso más peligroso mata a un país entero por sus hijos, ella, ella ni le fue capaz de dar un beso. ¿Recuerdas que alguna vez le dijera palabras bonitas a Ruby? —Keaton nego.
—Se que clase de mujer es Elsie, pero también se que soy el hijo del único hombre que ella amo. Además —agrego —Tu tienes una prioridad mayor —miro a la pequeña.
—Bien decía Victor que solo sientes una chispa una vez —Keaton nego.
—Su chispa no era mi padre, era una obsesión, lo de Victor era avaricia, su chispa era Duncan Cole, ese hombre es la misma... —miro a la niña —Tu me entiendes —y empezó a caminar saliendo de aquella habitación. Marcus salió al mismo tiempo, en dirección contraria.
No tomo mucho para que Keaton se encontrará con Elsie, al verlo le apunto con un arma.
—Vaya —le sonrió —¿Con que en esas estamos?
—No juegues conmigo, bastardo —se acercó a él —Tú... —Keaton la interrumpió.
—Dispara —la reto con la mirada —¿No puedes, verdad? —de un golpe en la mano le quito el arma —No puedes matarme porque para ti no soy el hijo de Lacey, soy el retrato del hombre que amas —le dió un golpe en la barriga haciéndola caer de rodillas —La única razón por la que no te mato es porque gracias a ti existe Ruby —Elsie se rio al escucharlo —Solo una cosa. Dejame ser feliz con Ruby y si es cierto que Rebecca está con Ariana, dejalas ser felices.
No entiendo tu problema, tu siempre las dejabas a su suerte —quiso agregar, pero prefirió callar e irse.
Keaton salió de la casa y se encontró con que Marcus estaba con unos hombres de Victor.
—Buenas...
—Victor les ordenó que nos cubrieran las espaldas y que solo actuarán de ser necesario —Keaton asintio a las palabras de su hermano.
—Gracias por su ayuda.
☃️☃️☃️
Al llegar con Ruby y Eden la pelirroja se acercó a su hija y la estrujó entre sus brazos.
—Bien —hablo Ruby ganándose las miradas de todos —En la nevera hay comida —miro a Keaton —Hay comida, ¿no? —Keaton rio mientras asentía —Bien, hay comida. Se quedan en su casa —se dirigió a Marcus y Eden. La pelirroja movió los labios para cuando Ruby volvió a hablar —Yo estaré con Keaton en su departamento, si se van pasan la llave por debajo y listo —sin más agarro la mano de Keaton y lo arrastro afuera de su departamento, dejando a solas a Marcus y a Eden —Uff.
Keaton rio mirándola.
—Tú y yo tenemos que hablar —se dirigió a Keaton con las manos en la cintura —Para empezar, hoy fui a ver a Kayla, la cardióloga —Keaton se dirigió hacia el mueble de la sala para tomar asiento, sentía el corazón en el pecho, no era un hombre que huyera de sus responsabilidades, pero se trataba de Ruby.
—Ruby, yo lamento no haberte dicho que lo sabía... No tenía idea de cómo decírtelo y el como fueras a reaccionar me preocupaba bastante y... Intenté cuidarte a mi manera... —Ruby se puso de rodillas quedando frente a él para mirarlo a los ojos, detuvo un momento su mirar en sus pantalones, Keaton lo noto al verla sacudir la cabeza.
—¿Por qué..? ¿Por qué follabas conmigo? ¿Por qué no me detuviste? ¿Qué sentías cuando tenías intimidad conmigo?
Keaton se mordió el labio antes de responder y Ruby se sintió aliviada, eso solo lo hacía cuando se venía una revelación.
#15504 en Novela romántica
#9404 en Otros
#1390 en Humor
romance, mejores amigos, romance primer amor cosas de la vida
Editado: 22.12.2022