- Eloise - miré a Lena quien me esperaba en la puerta- Necesito un favor.
- Dime, si esta en mis manos lo haré - Lena se mordió el labio.
- Lo está - ella me miró - Deseo una foto de nosotras tres, no tengo ningún recuerdo de mi niñez y he decidido hacer un álbum con mamá y nosotras - asentí.
- Claro, si deseas ahora mismo -ella negó.
- Quiero una foto con la auténtica Eloise - la miré a los ojos.
- Será otro día, no tengo ropa... - ella negó.
- Esa no es excusa, vestirás algo mío o de Elena - me agarró del brazo y me llevo casi a rastras a su habitación.
Empezó a sacar ropa y ropa, los miraba y negaba. Cuando al fin se decidió por un vestido negro de encaje y corto, lo miré y luego a ella, me mordí el labio, no podía negarle nada a Lena, no tenía nada nuestro como familia.
Me fui al cuarto de baño y me lo pusé, me solté el cabello, me pusé un poco de maquillaje de Lena, me miró al espejo y ahí estaba Eloise la de hace muchos años atrás, suspiré y salí donde me esperaban mis hermanas, ambas me miraron con una gran sonrisa, me tomaron del brazo y salimos hacia el comedor.
- Después del almuerzo vendrá el fotógrafo - asentí.
Cuando entramos las tres al comedor todos se quedaron en silencio.
- Mi amor -miré a mamá -Estas preciosa - se levantó y me abrazo.
- Las tres son preciosas - le sonreí a mi futuro Padrastro.
- Gracias don Victor.
- ¿No nos presentas tío? - me giré al escuchar la voz varonil y me encontré con una sonrisa torcida y unos ojos grises que me miraban fijamente a los ojos.
- Claro que sí hijo, ella es Eloise Clark, la menor de las trillizas - él se acercó y tomó mi mano para besarla - Eloise él es Damien, mi sobrino.
- Es un gran placer conocerte Eloise- me mordí el labio, era guapo y tenia un aire de chico malo, años de años mi corazón solo se había fijado en Adrián, pero esta vez sentí un calorcito en el corazón al conocer a Damien.
- El gusto es mio Damien - ambos nos miramos a los ojos y sonreímos.
- Eloise siéntate - Lena me miraba con el ceño fruncido, solte despacio mi mano de la de Damien y me senté donde mi hermana me indicó.
Elena y Lena se miraban, pero no les presté mucha atención, era extrañó, pero al parecer a ninguna de ellas les agradó que Damien y yo hubiéramos conectado.
Adrián
Miré el móvil nuevamente, le había pedido la dirección a Eloise de donde se encontraba, estaba estacionado enfrente de la casa de su mamá, pero no había nadie presente, me enfurecia que no respondiera, respiré profundo y exhale debía estar tranquilo, me baje del auto y volví a insistir con el timbre de la casa, aunque sabía que nadie respondería.
- No hay nadie - que genia la señora al decirme lo obvio, necesitaba descargar mi molestia y había elegido el timbre - Están en casa de Lena - me giré rápidamente hacia ella.
- ¿Dónde es?- la señora me miró de la cabeza a los pies.
- ¿Quién eres?- puse los ojos en blanco ahora se molestaba en saber quien era.
- El esposo de Eloise.
Entrecerró los ojos.
- Es extraño que no conozcas la casa de Lena si eres su esposo.
Suspiré.
- He estado fuera por mucho tiempo así que no sé dónde vive ahora Lena - trataba de sonar casual no sabia quien rayos era Lena.
- Debieron sentirse felices al encontrar a la hermana desaparecida, quien lo iba a decir que el propio padre la había secuestrado.
La miré asombrado, desconocia esa historia de la vida de Eloise.
- Veintisiete largos años buscando a Lena, pero lo bueno es que apareció y la familia está feliz de nuevo, todo esto me di cuenta porque me contó la muchacha del servicio de la casa de Lena, Andrea es nueva vecina.
Asentí en un minuto está señora me estaba dando mucha información.
- Y me he dado cuenta que la mamá de Eloise se va a casar con el suegro de Lena, que pequeño es el mundo, supongo usted debe estar feliz de la próxima boda de su suegra.
Volví a asentir, no sabia nada que la mamá de Eloise se casaba, ella no compartia su vida conmigo.
- ¿Me da la dirección? - volví a consultar el móvil y ninguna respuesta de parte de Eloise.
- Claro, al final de esta calle esta la entrada a los terrenos de los Arévalos, como sabrá están más cerca del bosque que todas nuestras casas.
- Gracias - me apresuré al auto, no quería pasar horas con chisme de parte de esta señora.
- Espero volver a verlo joven.
Subí rápidamente al auto, esperaba que realmente Eloise estuviera ahí, mi mente no había dejado de crear imagines de ella con ese tipo.
Conduje despacio para no perderme, cuando entre al camino pavimentado pude ver el rótulo de la familia Arévalo, me quedé sorprendido era una casa impresionante, a medida que me acercaba me gustaba más la casa estilo campestre.
Cuando me estacione y bajé del vehículo, escuché voces detrás de la casa, me dirigí ahí, quizás ahí estaba Eloise con su familia.
Mis ojos se toparon con Eloise posando con su mamá frente al lago, mientras un fotógrafo les tomaba fotos.
No evité recorrerla con la mirada, vestía un vestido negro de encaje y corto, mis ojos se perdieron en sus torneadas piernas, ella giró el rostro con una sonrisa y me miró, abrió sus ojos con sorpresa al verme ahí donde no fui invitado.
- Adrián - el fotógrafo se detuvo.
- Seguiremos con las fotos adentro de la casa - la mamá de Eloise entró a la casa junto al fotógrafo. Por el rabillo del ojo vi a alguien salir y luego entrar corriendo, frunci el ceño, porque al ver la puerta no había nadie.
Me acerqué a Eloise y sin decirle nada me incliné y la atraje fuertemente hacia mi, atrape sus labios con los mios, y la besé como si no existiera un mañana.