Eloise
- ¿Dónde estás? - me quité los zapatos mientras sostenia el móvil entre mi hombro y mi oreja.
- Elena, estoy llegando a la casa - me tiré a la cama y cerré los ojos.
-¿Estás sola? - suspiré.
- Si, Don José decidio dar un paseo en el auto con Nina porque se ha sentido bien el día de hoy y Adrián tiene asuntos que arreglar en el restaurante.
Mi hermana se quedó en silencio un momento.
- Iré rápidamente a tu casa, estoy cerca - frunci el ceño.
- ¿Y Max?
- En el trabajo, estoy creo a cinco minutos de tu casa, ya lo vi en el mapa - enarque una ceja, mi hermana era de tecnología.
- Te espero Elena.
Salté de la cama y baje las escaleras para abrirle yo la puerta a Elena, de mi familia era la primera que me visitaba.
Caminé impaciente frente a la puerta, cuando escuche su auto detenerse abrí la puerta y la espere emocionada.
La abracé fuerte.
- Al fin una de ustedes se ha dignado a venir a verme -Elena me miró con culpabilidad.
- Lo siento Eloise - la sujete fuerte de la mano y la lleve escaleras arriba, a mi cuarto temporal.
- Tengo muchas cosas que contarte - le relate todo desde el día del almuerzo que se le preparó a Damien, hasta mi ceremonia.
- ¿Y qué papeles fueron los que firmaste? - Elena me miraba curiosa.
- Para la iglesia, tú mejor que nadie sabes la cantidad de papeles que hay que firmar.
-¿Don José esta de acuerdo con que seas la esposa de Adrián?
- Me tiene mucho cariño, él me confesó que desde un inicio sabía que era una farsa, él me ha pedido que me quede y libere a su hijo de su...- abrí los ojos con sorpresa no había puesto atención a lo que Adrián me había dicho días atrás - su ex novia.
Elena me miró y me sonrió.
- Así que está libre Adrian.
- Si, Elena, ya no está comprometido, pero actúa peor de cuando lo conocí y lastimosamente detesta a Damien.
Elena entrecerró los ojos.
- ¿A Damien?
- Si, aunque no entiendo porque, el día que estuvimos en la playa con Damien, Adrián llegó enojado y le dijo que él era mi esposo - mi hermana asintió, pero su ceja seguía levantada ante mis palabras.
- Ya - se levanto y tomo su bolso - Eloise vine a tu casa porque no soportaba las ansias de hacerme está prueba - sacó un test de embarazo.
- ¡Elena! - me tapé la boca emocionada - Ve al baño a hacerte la prueba por favor.
Pasaron cinco minutos y abrí la puerta de mi baño, Elena estaba sentada en el suelo.
-¿Ya la viste?- Elena negó.
- Tengo miedo que sea negativa, Max y yo deseamos ser padres, mírala tú por favor.
Me acerqué y pegué un grito de emoción al ver que estaban las dos rayitas, no me moleste en agarrarla.
- Seré tía - Elena se levantó y me abrazó fuerte.
- ¡Estoy feliz! Max se pondrá como loco de feliz - salio de mi baño y yo detrás de ella, tomo su bolso y salimos del cuarto.
- Prometeme que conducirás con cuidado.
- Lo prometo Eloise, cuidaré a mi hijo - me abrazó fuerte y se marchó.
Me sentía feliz y triste a la vez porque mis dos hermanas estaban cumpliendo sus sueños, solo faltaba yo.
Me tiré en la cama como de costumbre y cerré los ojos.
Adrián
Me sentía cansado, así que iría directo a darme un baño y luego a dormir.
El cuarto estaba oscuro, frunci el ceño, Eloise no estaba, quizás había salido con el tal Damien, molesto encendí la luz, pero me tranquilicé al verla dormida, sonreí, parecía un ángel.
Caminé sin hacer ruido al baño, me despoje de la ropa y me sentí mejor cuando el agua caliente recorre mi cuerpo, me seque vigorosamente, me iba a peinar, pero cuando estuve frente del espejo un objeto blanco llamo mi atención, con mano temblorosa lo agarré y sentí que me habían dado una patada en la boca del estómago al ver las dos rayas, señal de que Eloise... mi Eloise llevaba un hijo del tal Damien en su vientre.
Editado: 04.01.2022