Seremos Estrellas

★ CAPÍTULO 3 ★

OLIVIA

A veces puedo leer los rostros de las personas, como si tratase de saber que les sucede. Él, en cambio, no mostraba nada, no podía leer nada, era como un libro vacío. Se mostraba serio, y bueno, era muy alto, eso me intimidaba un poco. Pero en el fondo transmitía algo, algo que el no dejaba salir de su corazón, y que yo lo sentía, pero sabía que, si lo averiguaba, nada de esto saldría bien.

—¿Buenos días, va a pedir algo? —parecía estar triste, pero a la vez enojado, parece que no le gusta su trabajo, o así era su cara. No me di cuenta que ya llevaba mirándolo un buen rato—. ¿Señorita, tengo algo en la cara o duerme con los ojos abiertos? —lo último que dijo que hizo enojar, así que trate de hacerlo reír.

—Pues sí, tienes algo en la cara justo ahí. —señale hacia su mejilla izquierda, obviamente no tenía nada, pero sería muy estúpido si en verdad cree que tiene algo.

—¿Donde? —sí, era muy estúpido, empezó a tocarse la cara y se me escapo una pequeña risa—No es gracioso. —dijo muy serio y me dio miedo, al ver que mi risa desapareció con lo último que dijo, su rostro cambio.

—Perdona, no fue mi intención hacerte enojar. —dije un poco tímida, por dentro volvía a tener ese sentimiento de miedo, cuando recordé aquel día.

Era verano, Jean me llevo a la playa para acampar, ya que ese día cumplíamos un año más, papá no quiso dejarme ir porque temía que algo me pasase, y la verdad es que me hubiera gustado hacerle caso ese día.

Llegamos a la playa, no había mucha gente y era raro, deje mi bolsa en la arena, me quite la ropa y quede en ropa de baño, era una linda ropa de baño de 2 piezas, la verdad es que era la primera vez que me ponía uno ya que era muy acomplejada con mi cuerpo, ese día me sentía segura pero no era a su lado, comencé a correr hacia el mar porque hace mucho tiempo que no venía.

Pero no llegué al mar porque sentí como Jean tomo mi mano de una forma brusca, con fuerza, y tuve miedo, por primera vez tuve miedo, miedo a la persona que creía conocer, que creía amar, pero estaba equivocada.

—Que haces? ¿No vez que los otros hombres te verán y te lanzaran vulgaridades, eso es lo que quieres no? ¿Quieres llamar la atención de todos y dejarme como un novio que permite a su novia andar como si nada? —se me escapo una risa, porque pensé que no lo decía enserio—. No es gracioso. —lo dijo de una forma seria que me dio miedo, porque en sus ojos ya no había amor si no posesión.

En ese momento no sabía lo que decía, pero tenía razón, como iba a dejar que los demás me vieran así, podría provocar palabras obscenas que me harían sentir incomoda.

Estar con él, era como estar en medio del mar y sentir como me hundo poco a poco. Se hizo de tarde y armamos la carpa, al terminar vimos el atardecer, el ultimo atardecer que vi en la playa. Mientras tomábamos algo para poder calentarnos, empecé a sentir sueño, no creí que fuera lo que había estado tomando, así que simplemente fui a la carpa a dormir.

Jean me siguió y como la carpa era pequeña sabía que el dormiría junto a mí, tenía miedo de lo que podía pasar, lo último que recordé fue como se voltio hacia mí y sentí su mano en mi cintura, no llegue a escuchar lo que dijo ya que me quede dormida.

A la mañana siguiente desperté como si nada, me dolía un poco la cabeza, pero no le tome importancia. De regreso en el auto nadie dijo nada, lo más raro era que me dolía el cuerpo, pensé que era porque dormimos en una carpa pequeña.

Me dejo en casa, mis padres estaban esperando afuera, cuando bajé del auto sentí mi cuerpo pesado, me despedí de Jean, mis padres empezaron a preguntar cómo me fue en el viaje, les dije que fue muy bonito, y me fue directo a mi habitación. Tomé un baño y vi como mi cuerpo estaba marcado, no le preste atención ya que tenía mucho sueño.

Si solo en ese momento no lo hubiera dejado pasar.




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