Seremos Estrellas

★ CAPÍTULO 22 ★

OLIVIA

Habían pasado días desde la última vez que vi a Patrick, habían vuelto mis pesadillas y sentía que cada vez se volvían más reales.

Estef ha estado rara desde ayer, sé que algo trama, porque cuando si móvil sonaba, ella se alejaba de mi para contestar. Ella estaba buscando entre mi ropa, algo muy especial para ponerme. Hoy había escuchado entre la gente que hoy era una fecha especial, pero no entendía a que se referían.

—Livi, esto te queda muy bonito. —ella me muestra un conjunto muy bonito, pero creo que me daría un poco de frio al usarla.

—Me gusta, pero tienes que decirme a donde vamos, porque siempre que me prestas tu ropa es porque es algo importante.

—Este es mucho más bonito. —me enseña otro conjunto, y me di cuenta que evadía mis preguntas.

—Estef. —dije mirándola seriamente.

—Por dios, Livi, puedes calmarte, no es nada malo. —dice y me da la ropa para poder cambiarme.

Eran como las 9 de la noche, no sé a dónde me iba a llevar Estef, hoy no había visto a Patrick y sentía un presentimiento. Era algo raro, pero no creía que Estef estaba detrás de todo esto. Salimos de casa y afuera nos esperaba Jake, me acerque a él y eso me intrigo más.

—¿Qué haces aquí? —esto era muy raro

—Tu querido Romero me ha enviado. —hace una reverencia

—Cállate, Jake. —Estef le da un golpe en el brazo.

—Díganme que está pasando, no entiendo nada. —ellos no dijeron nada y solamente me hicieron subir al auto.

En el camino empecé a interrogarlos, sabía que Estef en cualquier momento iba a soltarlo todo, pero al parecer estaban muy serios y a cada rato se miraban de una forma sospechosa. Demoramos 1 hora en llegar a un lugar, era una muy bonito y se podía ver desde aquí la azotea, pensé que iríamos a comer y eso no me molestaba, pero ¿porque había tanto suspenso? Ellos me hicieron bajar del auto sola porque ellos no me iban a acompañar al parecer.

—¿Que hacen? —dije un poco confundida.

—Te están esperando, Livi. —dijo Estef y entendí su risa.

Mientras subía hacia la azotea, me preguntaba que estaban tramando, me dio un poco de miedo subir sola, ya que estaba un poco oscuro. Cuando llegué me di cuenta que la azotea daba una vista muy bonita, podía ver que el parque que se encontraba cerca, estaba lleno de personas, y estaban mirando el cielo. Eso me hizo emocionarme un poco, hasta que sentí que alguien tapa mis ojos con sus manos; sabía quién era.

PATRICK

Mientras rodeaba a Olivia con mis manos en sus ojos, empecé a tener una presión en la cabeza, pero traté de arruinar el momento. Esto era muy especial para ella.

—Usted acaba de ser raptada, señorita. —dije mientras se le escapa una risa.

—Uy, que miedo. —dijo ella.

Alejo mis manos y la miro de frente.

—Pensé que no vendrías. —dije algo tímido.

—No lo iba hacer, porque Estef y Jake no decían nada, y eso me daba más curiosidad.

—Cierto. Pedo debes confiar.

—No es confianza, solo que…

Cada vez la presión en mi cabeza se hacía fuerte, ella nota el gesto que hago ante el dolor en mi cabeza.

—¿Te sientes bien? —dice acercándose a mí.

Puedo ver más cerca de ella, que lleva un collar, era un collar muy bonito, pero algo me decía que eso lo había visto ya antes.

—Sí, no te preocupes…pero ¿eso? —señalo el collar—

—Ah, fue un regalo de una persona que me dio hace mucho tiempo, mucho antes de venir a Madrid.

¿Antes de venir a Madrid…?

El collar me recordaba a algo que mientras más pensaba, el dolor crecía cada vez más.

—Ya había visto ese collar antes… —dije mientras trataba de mantenerme en pie.

—Sí, me lo diste tú. ¿Lo recuerdas?

Eso me dejo atónito, sus palabras sonaron como eco en mi cabeza, empecé a retroceder ante el dolor y caí, ella se acerca lentamente hacia mí y de agacha para quedar a la misma altura.

—Patrick… ¿Acaso no lo recuerdas? —dice con una voz que me hace recordar algo.

La cabeza me daba vueltas, pero ya era tarde cuando empecé a recordar.

Cuando mi madre y casó, decidió que nos mudaríamos. Recuerdo el día en el que llegamos a esa casa.

—¡Patrick! —llama mi madre para que baje las cajas del camión de mudanza a la nueva «casa».

—¡Ahí voy! —respondo, mientras me saco los audífonos y lo dejo en mi cama de mi nueva habitación.

Bajo por las escaleras hasta llegar a la puerta principal de la casa. Me acerco hasta el auto y comienzo a bajar las cajas, las que llevaban mi nombre eran las mías.

Trato de llevar las cajas, pero algo me detiene, era una chica desde el marco de la puerta de su casa, era nuestra nueva vecina. Simplemente no la hice caso y pasé de largo ignorándola.

—Patrick, se bueno con los vecinos por favor. —se acerca mi madre hasta mi para regañarme.

—No estaré por mucho tiempo aquí mamá. —dije y me fui a mi habitación directo, sin esperar una respuesta de ella.

Ya había tomado la decisión de irme con mi hermano a Madrid, pero sabía que mi madre no me daría dinero, y tampoco quería ser una carga para mi hermano. Así que ahorré lo que pude, pero aun así me faltaba una cifra mínima para poder marcharme de aquí.

Mientras sacaba las cosas de las cajas, fui hacia la ventana y miré de reojo a la casa del costado, todavía se encontraba esa chica. Ella lucía un poco tímida en el fondo, pero se notaba agradable.

Negué con la cabeza, cuando empezó a aparecer esa sonrisa tonta en mi rostro. Estaba decidido que no me iba a enamorar jamás, y más aún porque sabía que me iría a Madrid en unos meses.

★ ★ ★

Habían pasado una semana desde que nos mudamos, todavía me acostumbraba a esta nueva casa, algo grande, pero vacía por dentro, como yo.




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