LXXII

ONEDAY

Morado, Naranja, Blanco esos son los tres colores.

Seguro el blanco es el mío. Me acerco y abro la puerta sé que decidí bien, aunque tenga nervios por lo incierto es lo correcto porque yo soy mi única salvadora y nadie lo será.

La entrada me muestra un paisaje del pasado. Las nubes son blancas y más allá del cielo es celeste. Me adentro más y mi vestimenta cambia, en vez de mi ropa navideña combinada con hippie aparece un vestido blanco de seda, mis zapatos desaparecen y estoy descalza. Camino por el césped y mientras más observo una extraña sensación me hace detener toco mis oídos y ya no están puntiagudos, desaparecieron.

¿Qué está pasando?

-Hola- la voz femenina me hace salir de mi trance- estas en el cielo- anuncia cálidamente, su voz es muy suave y tranquila.

-¿Co-cómo?

-Porque abriste la puerta blanca, la correcta, la tuya.

-¿No estoy en el pasado?- pregunto confundida.

-¿Quieres hacer un viaje por el pasado?- en cambio ella me pregunta sin yo tener una respuesta.

-No sé, es algo que ya paso, no se lo puede cambiar.

-Exacto, no se lo puede cambiar. Pero se lo puede ver. Este transformación que estas sintiendo está sacando tu verdadero yo, así que todo es real. Ya no eres una elfa Oneday.

Abro mis ojos y una punzada de tristeza se acumula en mi sistema. Quiero llorar pero no puedo sacar las lágrimas es tan confuso. Alzo la vista y miro a la persona de ojos cafes quien hace aparece una esfera redonda que parece navideña de esas que se mueven.

-Tu magia está aquí- menciona- Hades la atrapo aquí, y como él esta detenido tuvieron que sacársela a la fuerza, en estos momentos seguro esta teniendo una charla con el grupo de Dru.

Me sorprendo

-Nos va a revelar la verdad, cierto- asiente.

-Lo hará y será encadenado y ninguno de sus hermanos podrá hacer algo por él. Así que supongo que alguien nuevo también tendrá que ocuparse el inframundo. Toma, aquí está la magia debes dársela a quien corresponde ya que no es tuya.

Mi magia ya no es mía. Aquí voy otra vez esta es mi decisión. Soy alguien angelical, no tengo ninguna asignación y tengo una familia de ángeles y un sentimiento romántico con Dru.

-Claro- el ángel extiende su mano y la tomo- ¿Dónde vamos?

A vivir el presente.

-¿Quién eres?- sigo preguntando.

-La hija de mis padres, la que dormirá por un buen tiempo Oneday- nos miramos a los ojos mientras ella sonríe- ya conoces quien soy en el futuro- y con ello me empuja para caer por los cielos.

Grito como nunca mientras ella me da una última mirada de nostalgia.

No vi el pasado, vi mi presente, y vi su futuro.

La forma en la que dijo esas palabras me hace entender no puedo intervenir.

Esto es de dioses griegos y ángeles además de simples mortales.

Mi nombre es Oneday y aquí termina mi vida como elfa para empezar a ser un ser espiritual inmortal, no sé que cargo ocupare, no sé que me depara más adelante pero lo que si se es que tengo a mi familia, amigos y a mi eterno amor.

Oneday Black renació y tomo su decisión.

**

Me despierto en el extensa carretera vaciá en el atardecer de un día de verano. Levanto mi cuerpo y en mis manos está la esfera de cristal con la magia, sonrió de felicidad y comienzo a correr como loca adonde me lleve el destino. Más adelante reconozco el panorama y estoy frente a la mansión Black mientras él está sentado en las gradas de la entrada.

El nuevo Santa Claus parece estar triste. Quiero quitar esa tristeza y reemplazarla por felicidad, corro acelerando mis pasos. Noah alza su mirada y se levanta.

-¡Noah!- grito su nombre alegre. Cambia su estado de ánimo y corre también. Estamos, y estamos muy cerca. 

Llego, llego y llego hasta que tiro la esfera de cristal hasta las punta de sus pies, el me observa perplejo y se detiene ya que de ahí comienza a brotar, magia.

Me detengo y solo observo.

La magia es infinita, es brillante y es poderosa. Luces de colores lo bañan, esos pequeños brillos se le pegan en la ropa haciendo que cambie su atuendo a rojo y su cabello se trasforme a blanco. Me arrodillo y lloro de felicidad. Abuelo ya falta poco.

Todo termina y Noah se mira boquiabierto y sé que de aquí todo será diferente la navidad regresara como cada 25 de diciembre donde el entregara los juguetes.

-Bienvenido- susurro para el mientras se acerca para abrazarme.