-Hola soy Dane, no tengo apellidos, no tengo segundo nombre, tengo treinta años- su postura parece de superioridad- pero parezco más joven- sonríe -soy el que te va acompañar por toda la eternidad hasta algún punto de partida final, también al amigo que pronto encontraras en mi Isabella-lo dice con tanta confianza.
-¿Qué dices?, ¿Quién eres? -me quiero matar de la risa.
Me quedo desconcertada y muestro mis dientes riéndome por lo que dice.
-¡Ya te lo dije!, soy el que va estar a tu lado en esta vida que estás viviendo y que la vives poco a poco, también llena de dolor, lo que vez a tu lado no es para siempre ni a los seres que amas solo se va a convertir en un recuerdo que viviste y que seguirás viviendo.
-Porque me dices esto, no logro entender de lo que me estás hablando- regreso a ver a todos lados para estar segura de que nadie me está viendo hablar con él. ¡Está loco!
A este hombre se le zafo un tornillo que le pasa por dice esas palabras que me hace sentir especial.
-No es lo que tú piensas- alza sus manos pasándose por su cabeza- no estoy loco solo veme como un amigo que va estar cuidándote para siempre.
Le miro con cara de miedo y paso alado suyo para salir corriendo sin regresar a ver para atrás y dejándolo solo. ¡Quién se cree que es!, parece un loco salido de un manicomio.
Estando en mi casa, en mi cama me pongo a pensar porque me dijo esas cosas el hombre desconocido, será que va pasar algo en mi vida.
**
-“Mírame estoy viejo y tu estas joven, voy a morir pronto y tu vivirás para siempre”.
- “No voy a vivir para siempre algún día yo también me iré”.
-“No, tú no te iras, se ve que quieres conocer más del mundo que te rodea”.
- “Me cansare algún día Santiago- le digo con tristeza, mis labios tiemblan”.
Despierto esta vez asustada y empapada todo mi cuello de sudor, ha sido nuevamente un sueño muy extraño, me pregunto ¿porque proyecto a Santiago en mis sueños a cada rato? Mi corazón late rápido y me siento un poco mareada hoy es miércoles, veo el reloj y son las ocho y media de la mañana. -Tengo que hacer tarea.
**
Subo las escaleras y busco mi salón, ¡mierda! recuerdo que me mandaron deber de física tengo que pedir para que me presten para copiar los ejercicios justo veo a mi compañero Alexander, es bajo de estatura, piel morena me acerco a él, le saludo y le pido que me preste su cuaderno.
-Para copiarte -sonrió mostrando mis dientes.
-¡Ahh! Quieres copiar el deber que mando la maestra- me dice afirmando.
-Si, apura - le respondo, no es obvio.
-Okei, Isabelita - Isabelita ¡¿Qué?!, desde cuando me llama en diminutivo, me da el cuaderno y le muestro una sonrisa malévola y entro al salón.
Estoy sentada en el banco frente a la cancha de fútbol y de básquet pienso nuevamente en el joven que apareció frente a mí la anterior vez y me gustaría volver a verlo pero esta vez me gustaría que me dijera porque aparece de la nada además siento como si lo conociera de siempre pero nunca lo he visto, miro la sombra que está en el suelo y regreso a ver a mi lado derecho, es Santiago, me sorprendo mucho porque que hace que mi corazón palpite de dulzura, me regresa a ver y me da un gesto de cansancio veo que está sudoroso, alzo mi mirada con una sonrisa boba y me quedo callada, además de estar nerviosa por verlo cerca mío, se le ve hermoso, no sé porque me fijo en su cuello pero noto que lo tiene suave donde le brotan las venas; eso me gusta en los hombres, como me gustaría que él y yo tuviéramos algo pero no creo que eso sea posible o ¿sí? .
- ¿Tienes agua? –pregunta y yo salgo de mis pensamientos absurdos. Regreso a verlo.
- ¿Yo? - señalándome a mí misma- no tengo una botella de agua - le digo ¡que tonta!
- Ah está bien, me muero de sed en estos momentos. Pero ¿porque no hablamos?- me dice de la nada.
Me rio.- No lo sé, me tengo que ir nos vemos - me paro del asiento pero antes regreso a verlo y le digo - me gusto volver a verte aunque no nos comuniquemos mucho -noto que él me sonríe sin sentido.
- Ah mí también - dice.
**
Cuando salgo a comprar manzanas a la tienda aparece de nuevamente el chico de la anterior vez, esta vez decido hablarle.
- "Hola" – saludo en un tono fingido. Le noto feliz.
-¿Cómo estás?, me da gusto verte- me dice.
-¡Ah en serio! Wau, veo que apareces de la nada ¿cómo lo haces? además me gustaría saber ¿quién eres? en serio -sé que son una que otras preguntas pero tengo curiosidad y recelo por este tipo.
Me mira fijamente y no dice nada.
-Bueno ya te dije, mi nombre es Dane, puedes llamarme así, yo quisiera ser tu amigo además quería disculparme por aparecer de la nada la anterior vez ya que es extraño para ti- me mira a los ojos.
-Está bien Dane, pero me vas a decir quién eres de verdad. ¿Porque quieres ser mi amigo?– le pregunto burlándome y tratando de que me cuente todo. Esto es espeluznante.
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Editado: 26.07.2021