Capítulo 2: La última orden

(¿Cómo es que me metí en esto?)

Era lo que se preguntaba Jeff ante la fuerte noticia que había recibido.

(Lo único que recuerdo es que la ceremonia de invocación salió como se planeó, sin embargo, Simón terminó invocando a dos calamidades.

Gula y Lujuria se encargaron de someterlo con sus más grandes temores para luego devorarlo y querer matarnos a todos, pero gracias a Maestro y Sabrina, logramos sobrevivir y mandar a Gula a otra dimensión. No obstante, antes de darnos cuenta, Lujuria logró escapar.

No entendía lo que pasaba. Sin más demora, seguimos con la ceremonia. Samanta y yo obtuvimos los anillos gemelos, pero por desgracia, Sabrina fracaso; afortunadamente Maestro decidió darle otra oportunidad, lo malo es que tengo que ayudarla a hacer una invocación para que pueda ser una verdadera "maga ilusionista", que desperdicio de mi tiempo )

Sabrina: ¿sabes? Se me ha antojado comer unos tacos, ¿traes dinero?—Miró al cielo y luego a el.

Ante la pregunta de Sabrina, Jeff salió de sus pensamientos. Desvió la mirada hacia donde estaba aquella chica, quien estaba a su lado, no pudo evitar ver a cada lado. Después que todos se habían ido, los dos se quedaron paseando por la ciudad.

Jeff: Ah...no, hoy no tengo dinero —Pusó una mano en su nuca y vio a Sabrina algo decepcionada.

Sabrina: No te preocupes, yo invito— Sacó su monedero y se señaló así misma.

Jeff solo suspiró. Era la primera vez que ella quería invitarle, anteriormente era él quien le compraba todo, sin embargo, es posible que lo hiciera para sobornarlo.

Los dos siguieron caminando por la calle hasta llegar a un conjunto de rascacielos, subieron unos escalones y al llegar a la puerta de un edificio antiguo, Jeff sujetó con ambas manos dos perillas. Los bordes brillaron. Cuando abrió las puertas pudieron apreciar una habitación totalmente diferente a lo que se esperaría de un edificio antiguo, parecían las oficinas de alguna empresa multimillonaria.

Muchas personas estaban caminando a diferentes lugares, el entorno era totalmente blanco y se podía sentir mucho frío gracias al aire acondicionado. Sabrina tragó saliva antes de ponerse su capucha al igual que Jeff, se notaba su nerviosismo, pensaba en que si entraban los descubririan, pero de pronto sintió como su mano era apretada con mucha fuerza.

Miro hacia abajo y vio que Jeff la estaba sosteniendo para tenerla segura. Entraron en la habitación, sus respiraciones estaban agitadas. Era la primera vez que usaban las capas de camuflaje.

Vieron al frente topándose con la salida, unas puertas giratorias que daban a la calle. Caminaron esquivando a las personas, esto parecería algo fácil si no fuera porque Sabrina se fijó que habían unas cámaras de seguridad.

Jeff tosió un poco para llamar la atención de su preocupada amiga. Una vez en las puertas giratorias, no tardaron en salir de aquel edificio.

Sabrina: ¡Creo que esas cámaras nos grabaron!—Caminaba hacia la izquierda con Jeff.

Jeff: No te preocupes. Me temía que no leyeras el manual de tu capa, por lo que lo hice por ti.

Veras, estas capaz de camuflaje usan energía de la dimensión de las sombras, lo que les permite hacer que su usuario no sea detectado por nada en el mundo, eso incluye a las cámaras, es como si nunca hubiéramos pasado por ahí

Sabrina: Ósea ¿es como si tu estuvieras en un salón lleno de personas fuertes y nadie te notaría por ser algo escuálido y pálido?—Miró hacia arriba mientras pensaba en voz alta.

Jeff:....haré como si no te hubiera escuchado— Puso una mano en su bolsillo para sacar sus llaves, aquellas estaban unidas aún llavero con un botón rojo.

Dieron vuelta en una esquina. Jeff presionó el botón para luego oír la alarma de un auto que se encontraba en la otra calle en frente de ellos.

Jeff: Vamos—Pasó sin mirar a ambos lados.

Sabrina: Oye ¡espera!— Vio que a ambos lados venían dos vehículos a toda velocidad. Intentó detener a Jeff, pero ya era muy tarde, él estaba cruzando.

Se detuvo en medio de la pista.

Sabrina se cubrió los ojos para no ver la masacre que se estaba provocando, sin embargo, no pudo oír nada, se quitó las manos de la cara para ver cómo los autos no atropellan a Jeff; él solo estaba ahí parado y como si fuera un fantasma, lo atravesaban.

Miró hacia ella y con su mano le hizo una señal para que avanzara. Puso un pie sobre la pista y con mucha rapidez,  cruzó junto a Jeff para luego acercarse al auto, un deportivo de color negro los iba a llevar a su destino.

Los ojos de la chica de cabello morado irradiaban ilusión.

Sabrina: ¡Aahhhh!— Con su cuerpo abrazo el brillante auto.

Jeff: ¡cállate!—Puso sus manos en sus oídos.

Sabrina: ¡Quiero que me enseñes a manejar!—Dejó de abrazar el auto y con sus brazos hizo como si manejara un auto imaginario.

La seria mirada de Jeff no se hizo esperar, caminó hacia el otro lado del auto para entrar. Al ver este acto, solo entro al vehículo algo aburrida. Ambos se miraron antes de que él arrancara.

Pisó el acelerador a fondo provocando que el motor empezará a sonar fuertemente. Una sensación de pánico se apoderó de Sabrina, subió sus piernas a su asiento y con sus brazos las abrazo.