Esa mañana el sol se ocultaba tras una espesa e inquietante neblina sobre el condado de San Buenaventura. Apenas un halo de luz se vislumbraba entre las avenidas y sobrellevaba el sustento sobre el vidriado del instituto Ventura.
Existía una pesadez sobre los estudiantes que nuevamente agraviaba el temperamento colectivo de los presentes y arrebataba el ingenio y las costumbres del High.
El silencio reinaba en el comedor con amargura, los murmullos apenas podían oírse en medio de la habitación.
—Estás callada —comentó Ariadna llevando un bocado de su bandeja a sus labios, mientras jugueteaba con el dije de la cadena que llevaba colgada de su cuello. Una perfecta cursiva en oro brillante resplandecía con su nombre.
—Es por lo de Mary Fanning.
— ¿La chica que encontraron muerta hoy? Pero si apenas conocías su nombre —bebió un zumo—, o, ¿estás pensando en la vez que la encontraste en el bosque? ¿Se lo has dicho a alguien?
—No. Pero Seth estaba ahí conmigo cuando la hallé con ese chico.
—Hablando de él, ¿a dónde fueron anoche? No estabas cuando llegué.
Respiré profundamente. No es que no quería contarle algo mi mejor amiga, pero es que no quería preocuparla. Las imágenes de los tres desconocidos, supuestos amigos de Seth según la confesión de Axel, me tenían distraída.
—Fuimos a caminar.
— ¿Y qué sucedió después? ¿Se besaron?
— ¿Qué? ¡No! —Rotunda—. Pero encontramos a Axel un rato después y me trajo al departamento. Tuvimos un inconveniente con un grupo de chicos que ya se resolvió.
— ¿Inconveniente? ¿Qué clase de inconveniente? ¿Y por qué fue Axel quien te trajo de vuelta y no Seth? Sel, esto no está gustando para nada. Ninguno de los dos, en realidad. Creí que intentabas apartarte de este tipo de cosas hasta saber lo que sucedió realmente en Gardnerville con Jenks.
―Ari... ―cerré los ojos. Mal recuerdo. Mal momento.
―Sé que duele, cariño, lo sé, pero no puedes pretender que no pasó. ¿Es por eso que ves a estos dos chicos? ¿Por él? Nunca lo hablamos... Pero tú sabes...
―Ari, en serio...
―Lo sé, te conozco. Pero aquí no tienes la misma reputación que antes, las cosas son diferentes, tú lo querías así, ¿recuerdas? He oído cosas de ti en clases. Escuché que besaste a Axel en la fiesta de la fogata y también sé que besaste a Seth en el bosque. Lo dijiste en sueños.
¿¡What!? ¿Hablo en sueños? ¿En serio? Sentí colorear mis mejillas en ese momento.
»Sí estoy enfadada porque no me lo hayas dicho pero también sé que no estuve ahí para acompañarte. Logan y yo estamos muy bien, en serio y...
Sí, tal vez soy mala amiga por descolgarme de su conversación sobre Logan y sus sueños maravillosos con él pero... ¿es que ni conmigo se detiene esto?
»... Pero lo que quiero decirte es que debes terminar con eso.
Mal momento para no prestar atención.
― ¿Terminar con qué? ―Pregunté, ella ladeó la cabeza, como si apenas lo hubiese dicho.
― ¿No me escuchas? ―Dio un largo suspiro antes de dejar a un lado su almuerzo―. Bien, entiende esto, Sel, Axel puede ser lo que quiera, puede tener la fama de lo que sea... Pero escucha, desde que se conocieron ustedes dos, sólo está contigo. Nadie más.
No estaba comprendiendo su punto. Y mi rostro se lo confirmó a mi compañera porque continuó.
»Y tú sales con él y con Seth.
― ¡No salgo con ninguno! ―Espeté con enfado. ¿Realmente estaba criticándome con quien salía?―. Pero si quieres evitarme los comentarios del insti, tal vez deberías empezar por acompañarme tú y no tendría que requerir de otras compañías.
Tomé mis cosas y salí de la cafetería, con el murmullo incesante del resto de mis compañeros a cada paso que daba. No podía creer que a pesar de que Axel fuese quien tenía la reputación en el instituto, la que resultara implicada fuese yo ¿Y qué si no quisiera estar con él? ¿Qué si me interesaba otro chico y Axel me lo impidiese sólo porque quería tenerme por el momento que durara?
La situación no era justa, para ninguno de los dos pero él parecía no querer darse cuenta, o no lo hacía y lo ignoraba. Sin duda iba a hablar con él luego para arreglar eso.
Me senté en el mismo lugar de siempre para la hora de química y un nudo se formó en mi pecho. Aún se me hacía difícil estar ahí sin los comentarios sarcásticos y las críticas de Ross durante la clase. Gracias a él había conocido un poco más al instituto, me había incluido entre sus amistades, me había dado un empujoncito al nuevo mundo que enfrentaba.
Pero ya no estaba y debía hacerme a la idea.
—Supongo que ya estás al tanto de la situación —la voz de Seth despertó mi ensoñación. Me giré para enfrentar la dureza de sus ojos negros—, ¿qué sabes hasta ahora de eso? ¿Algún sospechoso?
—Tal vez —noté la curiosidad de un grupo de chicas más adelante—, comenzando por la última persona que la vio con vida.
Seth enarcó las cejas y fingió pensar intensivamente.
— ¿Hablas de mí?
— ¿Tú qué crees?
—Creo que deberías comenzar desde el principio. Tal vez desde el día anterior a su desaparición. —Se acomodó a mi lado en el escritorio y contuve el aliento cuando la corriente eléctrica de su cercanía se había en mi interior—. Por ejemplo, en las investigaciones siempre parten por sus amigos más cercanos. ¿Sabías que tu amigo fue interrogado después de su desaparición?
—Axel.
—No pareces sorprendida.
—Sé que ellos mantenían una relación.
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Editado: 16.05.2020