Capítulo Cincuenta

KAIA
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Draco

Seré breve, porque aunque no lo creas soy incapaz de pensar en ti más de lo debido.

Estás dañado. Siempre lo estuviste. Y de alguna manera yo siempre lo supe.

Mi error fue creer que podrías sanar.

Pensaba que, si te daba ese trozo de mí que a ti te hacía falta, podríamos funcionar. Tendríamos algo.

No lo tenemos.

Lo dejaste claro en el momento en que me miraste y desapareciste de mi vida.

Te quiero.

Aunque desearía no hacerlo.

Pero estoy en el proceso en que trato de sacar esa marca que dejaste.

De todas maneras espero que estés bien. Porque a pesar de todo, eres una buena persona.

Lo que hiciste no te define.

No tuviste opción.

Adiós, chico del tren.

No respondas a esta carta.

Si lo haces, no la leeré.

Kaia.