Cuando desperté, estaba tirada en el suelo junto a unas manchas de sangre. Mis manos también tenían sangre, al igual que mis brazos.
Salí del pequeño cubículo, me lavé la cara y las manos, cuando salí del baño de chicas, estabas parado junto a la puerta, a tu lado estaba Troy. Me insultaste, me gritaste, me empujaste. Volví a entrar en el baño.
No volví a salir en un buen rato, mi brazo derecho sufrió un asalto.
Emma.