"Y aunque deba cavar en la tierra la tumba que sé que me espera, jamás me vio nadie llorar así"
Ya no se pregunta lo que pasó, ahora está segura, logró armar el rompecabezas de su mente y sabe que asesinó a alguien, pero no lo quiere creer. Todavía mira sus manos y ve la sangre de su víctima tiñéndolas de rojo.
Un escalofrío recorre su cuerpo y su alma. No es posible, no es capaz de hacer una cosa así.
No deja de preguntarse qué pasó con la chica de la cadena, la que lloraba mirando el cuerpo que minutos antes la había salvado.
¿Qué había pasado?
¿Por qué quería matarla?
¿Qué hizo luego de esa noche?
¿Le habrá contado a alguien?
¿La estarán buscando?
Miles de preguntas le azotan la cabeza, siempre tuvo miedo de recordar, pero nunca pensó que se podría encontrar con algo como esto, jamás imaginó que el único recuerdo entero que tenía de su vida sin ser Sara la atormentaría por siempre. ¿Cómo se puede seguir así? ¿Cómo podés continuar tu vida con las manos manchadas de sangre?
Empieza a creer que tal vez por eso no recordaba, quizá no fue un accidente, no le sorprendería que quisiera olvidarse de todo, ahora mismo le encantaría no haber recordado nunca. (Al parecer el psicólogo no estaba tan equivocado en que la amnesia sería temporal y probablemente por una situación traumática)
Decide que de nada sirve saber un poco, ya tiene una parte de la historia, ahora quiere conocerla toda.
Toma coraje y se digna a encender el celular y usar la notebook.
Abre los mensajes de whatsapp, el último es de Mateo: "Sorpresa, tengo dos vasos de cappuccino de post-cena para tomar con vos, estoy yendo para tu casa."
Le duele, leer eso fue un golpe bajo, pero eso no es lo que estaba buscando, así que continua por otra conversación.
Lourdes: "Hola Catalina, ¿cómo andás? Mañana sí puedo ir a tu casa, ¿a cenar te parece bien? ¡Nos vemos mañana y charlamos bien!"
Antes de eso no hay muchos más mensajes entre las dos aparte de su invitación a hablar en la casa. Ningún indicio de por qué pudo haber sucedido lo que sucedió ¿Era todo un plan perfectamente creado por ella o fue una locura del momento?
No es suficiente, abre la computadora y encuentra abierta la que parece ser su cuenta de facebook, Catalina, ese es su nombre, aunque después de todo lo que le está pasando cree que prefiere ser Sara un ratito más.
Decide encontrar el perfil de Lourdes y lo hace, lo primero que observa es una foto donde se la ve DEMASIADO cerca de mateo, ambos felices, y Catalina se llena de odio hacia ella, ¿Son celos? ¿Qué pasaba con Mateo?
Pero lo peor llega cuando sigue bajando. Gente publicando en su muro, mucha gente, y fotos de Lourdes con letras que dicen: "DESAPARECIDA"
Cada letra que ve en esa página le da vueltas en la cabeza y se mezclan todas en una sopa de letras que le revuelve la mente y el estómago. No soporta esto. ¿Y si Ella es la responsable de su desaparición? ¿Y si luego de llorar a Mateo se dio cuenta que Lourdes había visto todo y tuvo que actuar? ¿Y si sintió el mismo odio o peor que el que sintió al ver la foto y no se pudo controlar?
No puede más sola con sus pensamientos y la mitad de los recuerdos, necesita saber, necesita ver, necesita reconocer, necesita por fin ver fotos, ver sus publicaciones, ver su vida y su familia.
Esta vez entra en su propio perfil, mira su foto, se ve feliz, con locura pero de la linda, sacando la lengua junto a un bebé, "Tiene mi locura y también a la tía más feliz" es el pie de foto, se siente mal por no recordar tanto amor que transmite la foto, por no haber recordado la cara de esa persona que parecía hacerla tan, tan feliz.
Sigue bajando, alguien publica que ayuden a buscar a su hermana, que no la encuentran hace 3 días, que por favor compartan la publicación. Já, 3 días, que fácil se rinde la gente. Entra para ver más fotos, observa cada detalle de cada foto que encuentra, en cada álbum, cada momento documentado, archivado, quiere guardarlo para siempre en su mente.
Recuerda, llora, recuerda, llora.
Sigue recordando.
Llora aún más, está sola, nadie la va a apoyar.
La tristeza la está ahogando como nunca antes, jamás había llorado así y ahora lo sabe.