Eres...
El acorde que constituye mi unidad armónica,
la acústica de mi corazón.
Afinas mi cuerpo en base a tu guitarra.
Eres...
La armonía que me complementa,
el atril que me sostiene cuando siento que todo mi mundo se rompe a pedazos.
Tus brazos son la balada que mueve mi cuerpo.
Eres...
La batuta que le da ordenes a mi corazón sin siquiera saberlo,
El blues por mis noches oscuras,
le das tono a mis días de cielo azul.
Por ti mi corazón tiene ritmo.
Desearía no haberte creído cuando dijiste que yo era el compás del tuyo.
Resultó que sólo soy un instrumento para ti.
Eres...
El comienzo de todas mis canciones, mi querida clave de Sol.
Eres el interprete.
Lástima que en esta melodía nos hemos dado un interludio
y nuestro destino está escrito en una partitura.
Está será la canción con mi pasé a tu olvido.
Aún sigo pensando en ti,
por eso prometo que está canción será la última que te escribiré.
Pero el silencio resuena en mi habitación.
-S.M Doufor.