Eres como mi droga,
me había acostumbrado a consumirte,
a que me hicieras feliz.
Pero ahora que no te tengo
sufro mi estado de abstinencia,
de todas formas sé que pronto lo superaré
porque en algún momento te voy a olvidar,
estoy segura de que te olvidaré
tal vez no hoy ni mañana,
pero algún día.
Así sea que tenga que ir a un grupo de auto-ayuda
a hablar de tus sonrisas,
todas las semanas
para algún día dejarte ir,
porque cuando sonríes tus ojos son líneas eternas,
las arrugas de tu rostro se convierten en poemas para mis libros,
tu risa es música para mis oídos,
tu voz es el compás de mis latidos,
tus besos son aire para mi aunque me lo quites,
tus abrazos son las caricias que mi corazón
necesita cuando lo haces doler.
juro que, de ser necesario,
te limpiaré de mi cuerpo totalmente
aunque me duela
hasta que no haya huella alguna de tu existencia.
Prometo dejarte ir,
juro dejarte ir
y no volver nunca más.
-S.M Doufor.