Cerré mis ojos.
Contuve la respiración.
Conté hasta diez.
Luego los abrí y observe a mi verdugo,
el arma estaba exactamente frente a mi
observándome con ojos amenazadores,
yo me encontraba inerme.
La misma desfilaba frente a mis ojos
esperando la orden para su ejecución,
¿O acaso era la mía?
Eso ya daba igual,
ya no había tiempo para pensar
yacía en el suelo con mi alma viajando por el Universo.
Pero sé que no lo hizo para herirme,
aquella herida física no estaba relacionado con esto.
Y lo perdono porque sus intenciones no eran malas.
Él sólo quería alejarme de todas las cosas horribles
que me deparaba el destino.
Me liberó
y ahora encontré mi camino con el viento,
ahora soy la fusión de todos los puntos cardinales.
La Luna me dejó un espacio junto a ella
para convertirme en su estrella favorita.
En la Tierra me volví perenne y fría
como la nieve.
Pero aquí...
Ahora soy la transformación de la energía hecha luz,
soy todo aquello que ves y que no,
soy el aire que respiras y el calor que te abraza,
soy el Sol que te da vida.
Tengo la certeza de que este destino fue mejor,
porque el dolor no llega hasta donde estoy.
Morir me ayudo a vivir,
este fue mi mejor destino.
-S.M Doufor.