¡sí, chef!

Cap 3: Propóngame algo, Olivia

- Buenos tardes, Olivia – dice Alejandro sin siquiera voltear a verme por estar sumergido en un libro de recetas, me sobre salto por el hecho de que supiera que era yo sin siquiera mirarme.

- Buenas tardes, Chef – miro para todos lados y estamos solos. Él ya está vestido con su impecable uniforme blanco, de pies a cabeza.

- ¿Has pasado buena noche? – levanta un poco su azul mirada y la clava en la mía.

- Magnifica – le miento, caer rendida en la cama sin siquiera cambiarte no es la noche ideal para mí.

- Entiendo… - responde molesto. Poniéndome de mal humor a mí también. Por fortuna van entrando uno a uno los demás chicos en la cocina.

Nos echa un vistazo a todos como haciendo un conteo antes de empezar a hablar. En ese momento entra un hombre alto, de traje muy elegante y fino, cabello y ojos oscuros. Con una mirada terriblemente feroz, aterradora y creo saber quién es y el por qué Emily estaba tan aterrada.

Alejandro voltea a ver al hombre entrando por su cocina y por fin después del tiempo que lleva trabajando aquí veo un destello de lo que parece ser una sonrisa, y se saludan de mano, al parecer se conocen muy bien. Y eso es lo que hace falta para llegar a tener tu propia cocina ser amigo del dueño del hotel.

Suspiro decepcionada.

El hombre trajeado le corresponde la sonrisa y ambos ya no se ven tan salvajes, se ven como cualquier hombre común y corriente, por supuesto increíblemente guapos.

- Buenos días – voltea a vernos a cada uno analizando nuestros rostros y su sonrisa se esfuma por completo, como si esto le agradara muy poco. Y se queda por un instante mirándome, como queriendo decir algo hasta que Alejandro carraspea y se remueve en su propio lugar.

- Buenos días – contestamos en unísono todos en la cocina.

- Me presento – inicia alisando su traje – Soy Nick Johnson, hijo del señor Marcus Johnson, dueño del hotel como ya sabrán… - hay algunas miradas de complicidad entre los compañeros, y otras miradas un poco más descaradas por parte de las compañeras. Se aclara la garganta – De ahora en adelante estaré al frente de la cadena hotelera, pero sobre todo de este restaurante… – respira y mira sus zapatos. Y yo me pregunto, cuál será el propósito del señor Nick Johnson para tomarse la molestia de estar al frente del restaurante.

- Haremos un evento de bienvenida a Nick y despediremos a Marcus como se debe dentro de un mes, por supuesto nosotros estaremos a cargo de la comida – explica Alejandro, más que entusiasmado. Y por la forma de nombrarlos confirma que son muy cercanos y la posibilidad de alguna vez recibir mi ascenso en este lugar se termina de derrumbar.

- Bueno sin más, espero poder contar con cada uno de ustedes como mi padre lo ha hecho durante años – sus palabras son adecuadas y gentiles – Gracias. Los dejo trabajar – se despide el señor Johnson de manera cortés y sale deprisa de la cocina. No sin antes volverme a mirar de manera intensa. Seguramente me voy junto con Emily antes de que pueda conseguir otro trabajo.

- Bueno como ya escucharon, cuando tenga listas las recetas que usaremos ese día se los haré saber – dice Alejandro y toma una pequeña libreta que siempre carga en el bolsillo de su pantalón.

Giro los ojos en desaprobación, por supuesto no tendremos opción de opinar en las recetas del evento, así como no lo hemos hecho en las recetas de estas últimas semanas.

- ¿Hay algo que te moleste, Olivia? – pregunta sin siquiera verme, cómo hace eso. ¿Acaso tiene más ojos que no podemos ver además de los tiene plasmados en su perfecto rostro?

- Sí, chef – salen de mi boca las palabras sin pensar mucho. Él también se sorprende y levanta la mirada esperando que siguiera – Si es un evento de esa magnitud creo que todos deberíamos opinar sobre lo que se va a servir ese día – me cruzo de brazos para verme más valiente, pero en realidad me estoy muriendo de nervios por dentro, no quiero que me vuelva a gritar en frente de todos.

- ¿Qué propone, Olivia? – pregunta con algo de ironía, al final él siempre tendría la última palabra y yo ya estoy pensando en saltar de este barco. Si no es que me tiran antes.

- El que quiera proponer un plato lo pueda hacer… y usted lo escuche – finalizo con más rabia de la que puedo esconder.

Su ceño se frunce – ¿Solo eso? – siento su mirada clavada en todo mi ser y me va desarmando y al mismo tiempo enojando, mi ser es pura confusión.

- Sí, chef – digo bajando la guardia.

- Esta bien, Olivia. Esteré encantado de escuchar sus propuestas – vuelve a sonreír, sin embargo, esta vez me sonríe a mí, solo a mí – Solo sí… - ¡Perfecto! Otra de sus condiciones, pienso – Primero debe proponer más de un plato usted, Olivia, ya que es la sous chef y segundo, las propuestas se deben entregar preparadas – su sonrisa sigue marcada en su rostro, sus ojos se ven más azules, más intensos sin necesidad de parecer aterradores.

- ¿Preparados? – repito.

- Sí, Olivia. Aquí tienen todo lo que necesitan, si les hace falta algo me dicen. Nos tomaremos un día para evaluar entre todos ¿Estás de acuerdo? – finaliza muy tranquilo.

- Sí, chef – puede pronunciar, no soy la única sorprendida por el cambio de actitud del chef Alejandro.

- Bien… Esto es lo que prepararemos hoy – desliza una hoja a cada uno de los cocineros, repartiendo las tareas, según su posición en la cocina, me quedo esperando la mía, pero él parece simplemente ignorarme.

- ¿Chef Alejandro? – pronuncio con timidez, incluso puedo sentir un leve rubor sobre mis mejillas.

- Sí, Olivia – Ni si quiera se toma la molestia de mirarme, pero esta vez lo agradezco, no quiero que me vea así.

- ¿Yo qué voy a preparar hoy? – se me entrecorta la voz, seguramente él ya sabe todo y está esperando a que el señor Nick Johnson me llame para entregarme la carta de despedida.

- Como está tan comprometida con la causa, estoy seguro de que podrá resolver eso sola… - esta vez levanta la mirada y la clava justo en la mía. – Propóngame algo, Olivia – y su voz se torna ronca, incluso podría decir que indecente y sensual.

- Sí, chef – logro pronunciar, mi garganta se ha puesto seca, no sé por qué, pero siento mucha sed, necesito un trago para calmar todo lo que siento. No sé si es ira, porque sé muy bien que esto es un tipo de venganza a mi petición anterior para el evento o tensión, tensión sexual. Cómo se puede sentir esas dos cosas por una persona.

¿Te gustó? El calor de la cocina va subiendo y subiendo ¿Quieres ver como termina esta historia entre platos y comida? 

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