Si El Tiempo Tuviera Memoria

| CAPITULO 10 |

Viernes 18 de febrero 2023.

4:18 am

Odette

Las luces de la calle contrastan de manera drástica con la oscuridad de la noche, no sé si es culpa de las bajas temperaturas de febrero, pero un escalofrío recorre mi cuerpo incitándome a apresurar el paso.

Me dirijo hacia mi auto que dejé aparcado en el estacionamiento trasero del hospital, logro vislumbrarlo a unos cuantos metros de mí. Antes de llegar a él alguien me intercepta por detrás tocando mi hombro derecho, giro rápidamente y cuando veo a Marjorie, la recepcionista, me relajo al instante.

—Marjorie me asustaste.

—Lo siento no era mi intención, es que tuve un problema. – Dice con voz afligida y la preocupación en su mirada me alerta.

—¿Qué ocurre? ¿todo está bien?

—No, mi auto no funciona y mi aseguradora no contesta. Lamento molestarte, pero me podrías, ¿aunque sea acercar a mi casa?

—Por supuesto, no te preocupes, solo dime la dirección y yo te llevo.

Ambas entramos al auto, pero no puedo evitar sentirme desconfiada, y aunque suene estúpida esa idea, porque es Marjorie, la conozco desde hace tiempo, me mantengo en alerta ante cualquier cosa, esperando solo sea fruto del estrés del día.

Entramos a la colonia que me ha indicado Marjorie y me asombra que viva a una distancia tan retirada del hospital, las casas son grandes, pero pareciera que la mayoría están deshabitadas desde hace tiempo, al final de la calle se encuentra un gran terreno, pero es una pequeña casa la que se encuentra en medio de todo esa propiedad, no puedo permitirme ver más porque mi compañera me indica que me detenga a unas casas de ese lugar, freno en frente de una pequeña casa que se distingue de las demás por su pequeño tamaño y su acogedora entrada.

Las luces están encendidas, Marjorie baja al instante y me invita a entrar, pero ya es algo tarde por lo que rechazo su invitación, ella me agradece y se despide mientras yo retomo mi curso esperando recordar cómo salir de ese lugar. Cuando voy a unas cuadras en dirección a la carretera me percato de que Marjorie se dejó una bolsa en el asiento, me detengo en un semáforo y aprovecho la luz roja para ver el contenido, tiene varias botellas de cerveza dentro.

Intento buscar algún retorno para entregárselas, pero al devolver la vista al frente un cuerpo se encuentra en medio de la calle, no es grande la distancia que nos separa, su cara se ve borrosa, como una sombra. Aseguro inmediatamente las puertas del carro y busco una manera de salir de ahí, la calle está vacía, pero es estrecha, si decidiera acelerar lo atropellaría.

Al parecer no tiene intenciones de quitarse así que opto por dar en reversa, no me quiero quedar ahí y ver cómo termina esto. Mi piel se eriza al escuchar tres golpes en la ventana de mi puerta, no quiero voltear, por el rabillo de mi ojo se distingue una silueta, pero no soy lo suficientemente valiente como para girar mi cabeza.

Se acabó, regresó la palanca a ´Drive´ y acelero en dirección a la primera persona, esta se queda inmóvil sin importar nada y yo logro esquivarla haciendo que la parte derecha de mi defensa raye con la barrera de metal al costado de la carretera. Logro salir a la carretera y miro por el espejo retrovisor como dos figuras se posan en medio de los carriles, ambas tienen grandes complexiones y son de gran estatura.

Manejé sin dirección fija hasta asegurarme que nadie me siguiera antes de tomar rumbo hacia mi departamento. Entro al baño y decido tomarme una larga ducha, necesitaba este descanso, aunque mentiría si dijera que me siento totalmente segura, es extraño, pero siento como si estuviera siendo observada y con miedo al cerrar los ojos pensando que al abrirlos van a estar las dos figuras de la carretera.

Con el pijama puesto voy a hacia mi cocina y cojo una botella de agua, la destapo, tomo un trago que al instante escupo, eso no es agua, no logro reconocer que es, pero su sabor es muy amargo, observo la botella, pero no se ve nada diferente, la acerco a mi nariz para olfatearla y segundos después mi lengua se empieza a sentir adormecida y mi vista se torna borrosa, siento que voy a desmayarme y al instante corro hacia la puerta, mi plan es tan siquiera salir al pasillo para que cualquiera de mis vecinos se percate de lo que sea que me provoque eso que bebí. Abro la puerta sintiéndome más pesada a cada paso y la vista del pasillo se ve obstruida por una figura, no puedo ver más que un cabello claro antes de que todo se torne oscuro.

Despierto exaltada de aquella pesadilla, agarro mi boca al instante temiendo sentirla igual que en el sueño, pero respiro con calma al darme cuenta de que todo está en orden.

Intento recordar lo más que pueda antes de que se desvanezca de mi memoria para analizarlo brevemente, por algún extraño motivo se siente más bien como un recuerdo. Pongo en duda si fue producto de mi subconsciente o es mi memoria que regresa poco a poco, espero que sea lo primero. Hay un detalle que recuerdo explícitamente del sueño, el rayón de mi coche, amaneciendo, lo primero que haré será revisar si existe tal golpe, eso me será de gran ayuda para determinar si fue un recuerdo o un sueño.

No me esfuerzo en conciliar el sueño, paso algunas horas dándole sentido a las palabras de Matthew, sé que debo ir con cuidado, pero la pregunta es ¿en qué? No he hecho más que abstenerme a investigar para no violentar la privacidad de Matthew, ahora me pregunto si la respuesta se encontrará en esa libreta, tal vez si yo… no, debo mantenerme al margen de esto, ¿pero y si está en peligro? El mismo me dijo que alguien lo obligaba, ¿qué se supone que debo hacer?



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En el texto hay: misterio, cartas, escritos

Editado: 21.11.2022

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