Si Fuera Bonita

Capitulo uno

Alma

Cuando llegue a mi casa, sentí un ambiente tan ajeno, sin embargo no quise tomar importancia ya que últimamente los días han sido así. Que más puedo esperar: mi padre se ha ido de la casa y mi madre prefiere mudarse a California después de todo lo ocurrido. Yo he abandonado mis clases de computación debido a que mi familia no puede seguir pagando los cursos. Ya era de esperarse.

Subí a mi cuarto y decidí darme una ducha, después de un día tan estresante por problemas familiares y sin consentracion  en mis clases, lo merecía. Cuando ya estaba a punto de salir, escuché unos sollozos de manera tan desesperada, me vestí y  no dude ni un segundo en bajar  para ver de qué  se trataba. Pero me detuve al escuchar a mis padres discutiendo. " Hay no!!! Porque no se cansa de molestar mi padre" dije en mi mente.

—Yo no tengo que avisar cuando entré a la casa, es mi casa y tengo todo el derecho de venir cuando me de la regalada gana te guste o noo— dijo mi padre muy enfadado.

Mi madre tenía un rostro tan desgastado y creí que no iba a seguir la discusión pero si lo hizo.— Pues si, si es tu casa pero no puedes estár aquí sin mi consentimiento

— Pues creo que te equivocas, la que no puede estar aquí eres tú, y si te molesta tanto mi presencia, vete no te quiero volver a ver en mi casa

Pude notar las lágrimas de mi madre correr por su rostro y en ese momento yo me quedé paralizada ante esas malas palabras. Sabía que mi padre era de muy mal carácter, pero nunca le ví capaz de hacer ésto. No quise escuchar mas, decidí subir a mi cuarto y quedarme tirada en mi cama, sumergida en mis pensamientos, cómo lo hacía siempre. 

Decidí no bajar a comer ni a cenar, no queria que nadie me molestará. Eran casi las diez de la noche cuando entró a mi cuarto mi mamá, se veía tan cansada y sus ojos demostraban que había llorado por varías horas,por primera vez no quise preguntar lo que pasaría en los próximos días, ya que estaba por hecho que nos iríamos de Canadá y lo peor de todo nos quedaríamos en California con mi abuela.

—Hija, me di cuenta de que no bajaste a comer algo y te traje un poco de fruta, lo necesitás.

—Gracias pero no me apetece comer algo— dije con voz segura.

Mi madre me observo por un momento y dijo— mañana asistiré contigo a la escuela recogeré lo necesario y deberás despedirte de tu amiga Sara, temo que será un día difícil para ambas pero necesitamos irnos con la abuela. Es lo mejor...

No me mostré sorprendida y no hice ningún comentario. Mi madre me observo un tanto confundida por mi reacción, me dió un beso y salió de mi habitación.

 

 

 

 

 




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