Si Fuera Bonita

Capitulo 7

Manuel

En realidad no podía creer que Mariano estuviera con aquella chica, tengo la duda de saber si es su novia o no. Ella me pareció realmente bella, con rostro tan tierno que podría encantar a todos, su tez blanca reflejaba sus ojos castaños. Realmente me encantaba tanto que todo el tiempo que transcurría estaba pensando en ella sin poder quitarla de mi imaginación. 

— si Mariano es su novio, tengo la impresión de que lo hace solo para hacerlo sentir bien y no dejarlo humillado— dije en voz alta y sin darme cuenta que mi madre estaba en el marcó de la puerta.

— Hijo, ¿ Cuando te cansaras de meterte en asuntos que no son tuyos?—dijo con tono de burla

— Mamá— regañé— solo estaba pensando, es obvio que nunca diría algo así.

— cómo no te conozco!!— sonrio y me miro a los ojos, algo que me intimidaba.— vete a dormir, mañana tienes colegio— me dió un beso.

—Buenas noches— dije mientras ella salía de mi cuarto.

Trataba de dormir, pero la imagen de esa chica pasaba por mi mente una y mil veces. Necesito volver a verla ** dije en silencio y después me quedé dormido. 

Desperté unas cuantas horas después al soñar con Diana, necesitaba arreglar las cosas con ella y poder darle el gusto de ser su novio, aunque esto no me agradara. Pero eso de formalizar nunca.

Al día siguiente, me levante y me di una ducha, para después cambiarme y bajar a desayunar unas ricas crepas con fresas. Me acerque a mi cuarto para agarrar mi mochila e irme al colegio.

Ya estando en el colegio, Vi a lo lejos a Diana y corrí para conversar con ella.

— Diana, por favor necesito hablar contigo— me interpuse en su camino, para que no siguiera su destino.

—No tenemos nada de que hablar. ¿Si?

— Escucha, solo quiero decirte qué.— la miré— Hay que intentarlo.— ella quedó procesando todo, después me sonrió y se arrojo hacía mi para robarme un beso, al cual respondí tan bien. Aunque en realidad no era de mi agrado.

Afortunadamente el timbre de la primera clase sonó y me fuí a mi salón. La primera hora era de Álgebra y la verdad no me gustaba ni poco esa clase. Me senté y empecé a sacar el material que había realizado, para esa clase. 

—Ahí viene el maestro—dijeron algunos compañeros, y todos agachamos la mirada a un libro para no recibir regaños.

— Chicos buenos dias, les presento a una nueva integrante del colegio. Estará en nuestra clase— en ese momento mi corazón palpito con más fuerza e incluso sentí ruborizarme al ver de quién se trataba.—¿haría el favor de presentarse señorita?— dijo el maestro y yo me acomodé para admirarla más cómodamente.

— Mi nombre es Alma Collier Hopinks— dijo con algo de nervios.

 

Alma

Sentía mucho nervio al estar bajo todas esas miradas que me mataban poco a poco. A lo lejos ví al chico que me había ayudado el día anterior a regresar a casa y le sonreí con mucha elocuencia. Ésto es una locura dije en mi mente.

Me ofrecieron la banca que se encontraba al lado de el chico que si bien recuerdo era el de mano chueca, por tirar la piedra en un lado contrario y me golpeó. Me puse nerviosa al sentir su mirada sobre mi rostro y ver qué no la despegaba. Por poco le arrojaba un lápiz para que despegará su mirada de mi. Esto no me gustaba para nada.

Las primeras tres horas pasaron muy rápido. Y en la hora de descanso, el chico de tez blanca se acercó y me extendió su mano.

— Hola Alma— se notaba algo nervioso— mi nombre es Mariano

— Holaaa, disculpa ayer ni te dije mi nombre por lo preocupada que estaba — dije algo preocupada.

— yo tampoco lo hice, pero ya estamos aquí ¿No crees?... ¿Vamos a la cafetería juntos?

Me asombro su pregunta, nunca creí que sería mi primer amigo en el Colegio y acepté.

Cuando salimos del salón mire a mi alrededor, el Colegio era más grande y hermosa de lo que imaginé. De un momento a otro hice una pregunta a Mariano.

— Mariano ¿Cual es el nombre del chico que ayer nos molesto?

Pude notar su incomodidad y creí que no me iba a responder. — Su nombre es Manuel, no me quejo pero la verdad es que siempre se la pasa molestando a las personas. A la única persona que no molesta es a su amiga Diana, la chica que está con el en la misma mesa— señaló hacia donde estaban; parecían tan románticos que no creí eso de que son amigos.

Todo el trascurso de las clases pude notar las miradas de Manuel sobre mi. Algo que me molestaba demaciado. Y de vez en cuando le hacía la guerra de miradas. Algo que siempre terminaba ganando el.

Al final de las clases me diriji al estacionamiento acompañada de Mariano quien solo estaba tras de mi. El se despidió de mi y subió a un auto color gris, yo me quedé esperando a que llegará mi chófer quien todavía demoro algunos minutos.Antes de que pudiera subir al coche, noté la presencia de Manuel con ésa chica, sentí un escalofrío cuando ellos se besaron y empezaron a jugar de manera tan romántica.

 

Nunca me pasaría algo parecido a mí, nadie querrá estar con una chica fea como yo, y menos a estás alturas, en las que yo soy una niña despistada.

 

 

 

 

 




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