Capítulo 10

A la hora, Christopher y Mónica dejan de ver la televisión, apenas eran las 4 de la tarde, por lo que podían hacer otras cosas.

- ¿Te gustaría ir a pasear? - Le pregunta Christopher luego de haberse estirado, Mónica asiente y comienza a caminar.

- Voy a buscar mi celular, espera un segundo. - Le dijo a Christopher mientras caminaba rápidamente hacia su habitación.

Mónica desconecta el cargador, agarra su celular, lo guarda en el bolsillo de su pantalón y comienza a caminar hacia donde estaba Christopher.

- Estoy lista. - Mónica se acerca a Christopher y éste le agarra su mano entrelazando sus dedos.

- Te daré un paseo por Colonia. - Le dijo sonriendo.

Ambos salen del apartamento, Christopher cierra la puerta con llave, caminan hasta meterse en el ascensor, y bajan.

- Te llevaré al Rheinpark, es un parque que queda en las orillas del río Rin, tendremos que tomar un taxi porque queda algo lejos. - Dijo Christopher mientras estiraba su brazo esperando que un taxi se detuviera, a los pocos segundos, un taxi se detiene, Christopher abre la puerta de la parte de atrás, y se sube junto con Mónica.

- Al Rheinpark.- Le dice al taxista en alemán, éste los lleva al parque, Christopher le paga y se bajan comenzando a caminar.

- Es enorme…- Dijo Mónica asombrada, el parque se veía muy enorme.

Ellos caminan con las manos entrelazadas, Christopher se detiene, saca su celular y le toma una foto.

- ¡Oye! - Le grita Mónica, no le gustó que Christopher le haya tomado una foto.

- ¿Qué? ¿No puedo tomarle una foto a mi novia? - Mónica suelta su mano y comienza a caminar.

- Espérame. - Le dijo Christopher volviendo a agarrarle su mano y entrelazando sus dedos.

- Quiero que nos tomemos una foto juntos. - Le dijo Christopher sin soltarle su mano.

Mónica suspira y lo mira deteniéndose.

- Solo una…

Christopher le da un beso en su mejilla y toma la foto, se notaba parte del fondo del parque.

Una hora después

Ya eran las 5 de la tarde, Christopher y Mónica deciden regresarse a su apartamento, habían pensado en ir a visitar a los padres de Christopher en la noche para ir a cenar allá, y Christopher los había llamado para preguntarles si podían ir, cosa que aceptaron gustosamente; al llegar a su apartamento en taxi, Christopher le paga y se bajan volviendo a entrelazar sus dedos, Christopher presiona el botón del ascensor y apenas entra, abraza a Mónica de la cintura y le da un beso en sus labios, Mónica corresponde y en eso se abren las puertas del ascensor, ellos salen y Christopher, al estar frente a su puerta, saca la llave del bolsillo de su pantalón, abre la puerta y deja que Mónica entre.

- Debemos prepararnos para la cena con tus padres y tu hermana. - Mónica se detiene a mitad de camino sintiendo un fuerte dolor de cabeza.

- Mh…- Se queja colocando su mano derecha en su frente.

- ¿Mónica? - Pregunta Christopher acercándose rápidamente a Mónica y agarrándole sus brazos.

- No me siento bien…- Dijo Mónica al sentir unos mareos junto al fuerte dolor de cabeza, Christopher se dio cuenta que su dije comenzaba parpadear nuevamente.

- Tu dije…está parpadeando de nuevo…

Mónica casi no llegó a escuchar lo que dijo Christopher y cerró sus ojos dejando que la oscuridad la consumiera.

-…

-…

-…

- ¿Mónica? -  Se escuchó una voz muy cerca de Mónica, ella se levanta de un piso que parecía transparente y cuando ve, era el arcángel Gabriel.

- Ya es hora.

- ¿Hora de qué? - Le pregunta Mónica mostrando sus palmas.

- Hora de decirte cual es la misión que tienes que cumplir.

Mónica recuerda el terrible dolor de cabeza que había sentido, y el mareo, además de escuchar la voz de Christopher antes de desmayarse.

- ¿Y Christopher? -  Le pregunta al arcángel cruzando sus brazos.

- Él está en su apartamento, te está cargando porque estás desmayada. - Le dijo el arcángel a Mónica.

- ¿Cuál es mi misión?

- Un demonio, creó a un hombre, Félix Meyer, que te buscará para matarte, pero debes destruirlo antes de que él te asesine primero…

- Yo creí que los ángeles no asesinaban a las personas. - Dijo Mónica susurrando.

- Él no es una persona, pero buscará la manera de asesinarte, y tenemos que evitar que eso pase.

- ¿Asesinarme? Creí que yo no podía morir. -  Dijo Mónica asombrada, ella realmente pensaba que era algo así como una inmortal.

- Él usará una estaca de madera, tratará de clavarlo en tu corazón, esa es la manera que le dijo el demonio para matarte.

- ¿No es así como matan a los vampiros? - Le pregunta Mónica al arcángel ladeando su cabeza sin dejar de cruzar sus brazos.

- No, esos seres que llamas “vampiros” no existen, es un invento del ser humano, pero Mónica, tienes que prestar atención, tienes que irte de Colonia, más tardar en dos días, porque Félix ya está muy cerca de donde estás, el demonio se ha encargado de darle tu dirección exacta…

- ¿Y cómo se supone que lo destruiré? - Pregunta Mónica interrumpiendo al arcángel.

- Tú necesitaras lo mismo que él, una estaca de madera, pero debes calvárselo en su corazón, ten mucho cuidado, es muy fuerte.

Mónica coloca sus manos en su cintura, se recuerda de Christopher y mira al arcángel Gabriel.

- ¿Cómo haré con Christopher?

- Eso lo decidirás tú, puedes decirle lo que eres, o puedes irte sin explicarle, eso será totalmente tu decisión.

- ¿Y luego de destruirlo que haré? -  Pregunta luego de haber pasado un par de segundos en silencio.

- Yo te contactaré para explicarte, ya tienes que despertar, ya sabes, en máximo dos días tienes que irte, puedes irte a otra ciudad de Alemania, pero lo que no debes es estar en Colonia.

- De acuerdo…- Dijo Mónica, aparece una luz blanca que la ciega, y cuando Mónica despierta, estaba acostada en el sofá del apartamento de Christopher, éste se da cuenta que estaba despertando, se acerca y se arrodilla frente a ella.