Capítulo 2

Pasamos un buen rato en el sofá viendo serias animadas (si, somos realmente infantiles) nos divertían demasiado las serias.

Llego la hora de almuerzo y pusimos manos a la obra, comenzamos a cocinar lasaña (es nuestra comida favorita). Después de que ya teníamos todo listo, preparamos la mesa, servimos lo platos y comenzamos a comer.

- Uhm... que delicioso – salió un gemido de satisfacción de la boca de Emerson.

- Si... nos quedó riquísimo – comimos sin cruzar ni una palabra, así era siempre, nos concentrábamos en comer y nada más.

Cuando terminamos lavamos los platos en el fregadero y nos volvimos a tirar en el sofá, nos dispusimos a ver nuestra películas favorita "Tres metros sobre el cielo" ese chico nos volvía loca, H el típico chico malo, con un pasado oscuro el cual quería llamar la atención actuando rebelde. Babi la típica niña rica, la cual no rompía ni un plato, la que era inocente hasta que llega aquel chico malo que le revuelve el estómago y le enseña cosas que ella no sabía "muchas cosas". Típico el chico malo encuentra a la chica que le sana todas las heridas y que por fin se siente libre pero... los padres no lo aceptan por su apariencia y puede hacer que su hija cambie su forma de ser, por lo cual la intentan alejar pero grave error, mientras que intentan separar a Hugo de Babi, ella se sujeta mucho más fuerte de él. Comparten algo especial que es la primera vez de Babi, ella decide entregarse en cuerpo y alma a H, según ella no le importaba su pasado, ni sus sombras, pero no era así. Cuando Hugo comete el primer error ella lo deja, huye como una cobarde, lo deja completamente solo, lo juzga porque cometió el error. Ella no midió sus palabras, no vio que eso le estaba haciendo daño, no le importo. Lo bueno de esta película que no termina igual que todas con "un feliz para siempre". Hugo se va a Inglaterra y fin de la historia.

Bueno esta película en realidad está llena de cliché pero no termina igual que todas las demás. Demuestra que no por ser tu primer amor, significa que tiene que serlo para siempre. El después conoce a otra chica la cual se llama ginebra, él se enamora otra vez, pero aquel amor es más fuerte que el que sentía por Babi. Cosa que si puede pasar.

- Es una tontería – escuche la voz de Emerson y la mire inmediatamente –. Yo no dejaría a H para hacerle el gusto a mi madre o porque cometió un error, si me enojaría en el momento pero me tomaría el tiempo para perdonarlo.

- Puede que no lo amaba lo suficiente – me encogí de hombros y saque un poco de palomitas de maíz -. En estas cosas hay dos casos.

- ¿Cuáles? – pregunto interesada.

- Caso número uno – dije levantando un dedo -, puede que ella pensaba que lo amaba porque si lo hubiera amado de verdad hubiera luchado por él y le daría miles de oportunidades, aunque él las quebrara siempre le seguiría apoyando.- levante un segundo dedo – Lo quería pero no lo suficiente para luchar.

- Tienes razón – metí un puñado de palominas a mi boca mientras terminábamos de ver la película – Babi es una imbécil, me dan ganas de ahorcarla por hacer llorar a mi H.

- Serás tonta... - soltamos una carcajada y nos relajamos en el sofá.

Pasar la tarde con mi mejor amiga fue genial, estuvo muy divertido comentar cada película que veíamos y dejar en claro algunos puntos del amor en sí. Puede que sea un sentimiento hermoso pero es como una rosa, es hermosa pero tiene espinas que si las intentas sacar te lastimas y ese corte es el que más duele, eso es lo malo del amor.

Después llego mi hermana del instituto, ya es su último año y estoy más que orgullosa al ver que tiene el mejor promedio de su curso, me dice que quiere esforzarse lo máximo para hacer una carrera y que yo puede estudiar también.

Yo también soy muy inteligente, al igual que mi hermana, fuimos las dos que sacamos cerebros en la familia, teníamos metas de seguir más adelante y no quedarnos paradas sin hacer nada.

A mí lo que me gustaba era leer, me gustaba muchísimo. Cada vez que voy a una librería tengo que salir con un libro en mis manos, es una obsesión que tengo, es algo hermoso. Mi hermana me dice que soy adicta a estas cosas pero la he encontrado varias veces leyendo mis libros.

Me encantaría estudiar literatura, seria genial, siempre ha sido mi sueño más grande. Trabajo en una editorial y me encantaría leer cada escrito primero que todo el mundo, sentirme importante al escribir unos también, pero por mi falta de estudios no puedo ser más que la secretaria del jefe.

Después de haber cenado con las dos mujeres que más quiero me voy a mi cuarto a descansar. Me tiro encima de mi cama y me meto debajo de las sabanas para sumergirme en un muy profundo sueño.

¿En el mismo parque? Aunque esta vez es con bancas para sentarse y al fondo se ubican dos columpios totalmente vacíos. Me dirijo a ellos para sentarme en uno.

- Volviste – escucho la voz de aquel hombre otra vez.

- Holo, Trevor – lo saludo y él se ubica en el otro columpio – pues estas en mis sueños, así que te veré siempre que duerma.

- En eso tienes razón – lo mire y ahí estaba el columpiándose, con su vista al frente y su mandíbula apretada – veo que la pasaste de maravilla hoy.

- ¿Por qué tienes que meterte en mi mente? – lo mire mal y me cruce de brazos, fingiendo enfado. Soltó una carcajada dejando ver una hilera de dientes blancos.

- No lo puedo evitar – me miro y sonrió coquetamente -, tu mente me resulta muy interesante.

- Primer chico que me dice eso – susurre muy bajito para que no me oyera.

- Pues es triste, no entiendo como una chica tan hermosa como tú no la haya cortejado ningún chico todavía – fijo su vista de nuevo al frente.

- Pues no tengo tiempo de liarme con chicos.

- Creo que eso se lo dices a todos – lo mire nuevamente. Se levantó del columpio y se arrodillo frente a mí -. Tienes que darte un tiempo para ti, no puedes apartar tu vida por acerté cargo de tu hermana. Ella ya es grande se puede cuidar sola. No digo que no le prestes atención, solo digo que aflojes un poco la cuerda que tienes amarrada en su cintura y la dejes ir un poco más allá – tomo mis manos y las acaricio lentamente, mientras sus ojos se fijaban en los míos – y que también tú puedas salir a divertirte y disfrutar como una adolescente, una etapa que no pudiste disfrutar completamente.